Bajo el título Yacimiento de Litio, el 26 de setiembre de 2018 publiqué una Columna de Opinión en la que me refería al hallazgo de un gran yacimiento de litio en Puno, a 4500 metros sobre el nivel del mar, por parte de la minera Macusani Yellowcake, filial de la canadiense Plateau Energy.
Este hallazgo, que podría convertir al Perú en primer productor de litio del mundo, a decir del gerente general de la minera peruana, cuya base de razonamiento o especulación en el sentido descrito era que, a la fecha de esa Columna, solo se habían explorado 8,000 de las 92,000 hectáreas de extensión del yacimiento, tendría que ser motivo de estudios, análisis y pruebas concluyentes, dado que la confirmación de las elucubraciones positivas que pudieron darse por este hallazgo podrían convertir al Perú en una especie de país árabe respecto al petróleo.
Nada se sabe hasta el momento, a pesar de que se trata de una posibilidad de enriquecimiento y desarrollo muy importante: así mismo, que entonces ya se conocía de pronunciamientos de países vecinos, como Chile (su ministro correspondiente ya había sugerido, para esa época, la posibilidad de formar un bloque con el Perú para la explotación y comercialización del mineral) y Bolivia (el viceministro del ramo había manifestado su opinión de que los yacimientos de su país tienen reservas de casi el doble de la capacidad de explotación de las declaradas hasta ese momento en el Perú, por lo que nuestro país no debería poder convertirse en primer productor mundial de litio).
De hecho, ambas expresiones, aunque totalmente diferentes entre sí, reflejan el interés que había despertado internacionalmente el descubrimiento de esa riqueza peruana. No podemos o no debemos olvidar que la guerra con Chile, que tanto perjudicó al Perú y en la que inicialmente tuvo participación Bolivia, por el Tratado de Alianza Defensiva firmado secretamente entre ambos países en 1873, se produjo por la intención chilena de hacerse de riquezas como el salitre boliviano y el guano peruano.
Y es que el litio constituye precisamente un elemento muy similar al petróleo en la posibilidad de servirnos de medio de enriquecimiento, porque a partir del mismo se construyen cátodos y baterías para electromovilidad, nueva modalidad que los grandes fabricantes automotrices están comenzando a explotar, ahora que se está dando a conocer la necesidad de preservar el medio ambiente a nivel mundial y los vehículos movidos a electricidad suponen la solución frente a la gran contaminación ambiental que producen los vehículos movidos a base de petróleo o sus derivados.
Decía, entonces, que …..”Somos un país que ha tenido muchas riquezas naturales y que las ha perdido, en todo o en parte, por la ambición de muchos (peruanos y extranjeros) y por el enriquecimiento de unas cuantas autoridades peruanas, que vendieron esas riquezas perjudicando a todo el país. En esta oportunidad, es de esperar que no se produzca algo similar; sin embargo, para que así sea, no podemos quedarnos esperando a que las actuales autoridades no se enriquezcan a costa de todos los peruanos: tenemos que exigir que los pasos que se den para la explotación de las nuevas riquezas (también se ha encontrado uranio, en el mismo yacimiento) sean dados con conocimiento público, con transparencia y con normas (leyes) de conducta que nos protejan de aquellos que puedan pretender perjudicarnos como país.
Ya basta de seguir quejándonos de lo que nos ha sucedido en casos de esta naturaleza: fiscalicemos lo que corresponda y no permitamos que nadie se aproveche de lo que es de todos”.
Pues bien, en vista de que nada se publica al respecto y de que a nadie parece interesarle este asunto, empezando por el Ministerio de Energía y Minas, sugiero que le demos la mayor difusión al tema mediante un efecto multiplicador, con el fin de lograr que se hagan públicos los resultados de los pasos que se estén dando, para determinar inicialmente la calidad del mineral a extraer y, luego, lo que se hará para producir y comercializar el litio: no podemos, ni debemos, exponernos a que se repita la historia de que nuestro país sufra nuevamente un saqueo de esa magnitud.
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