Dentro de su gestión como Primer Ministro, el señor Salvador del Solar dictó una conferencia el 17 de abril de 2019, titulada ¿Puede el Perú ser una potencia mundial en cultura? En ella, se ocupó de varios temas relacionados con la cultura y con las posibilidades de nuestro país como ente cultural, para dedicar la parte medular de su discurso al Turismo, como consecuencia lógica del gran y variado acervo cultural del que no sólo podemos, sino también debemos enorgullecernos los peruanos, para que se convierta, lo convirtamos en realidad, en medio de ingresos para el país y para una parte significativa de su población.
La presente Columna de Opinión, la estoy dedicando a esta disertación del entonces Primer Ministro, por lo que tiene de importancia para el desarrollo del Perú y, porque hace exactamente un año, dediqué otra Columna a este mismo tema, a la que titulé Turismo en el Perú (1° de noviembre de 2018). Pido a mis lectores permitirme este orgullo, no porque una persona que ostentaba cargo público tan importante se haya ocupado de un tema similar al que motivó mi Columna mencionada, sino porque me hace sentir que esta preocupación mía es válida en cuanto corresponde a las necesidades del país y las ventajas que su explotación nos puede representar.
Del Solar inició su disertación resaltando el lugar que ha alcanzado a nivel mundial la comida peruana, gracias al esfuerzo de un grupo de peruanos liderado por Gastón Acurio, haciendo notar que el Perú ha obtenido, por seis años consecutivos, el título de Mejor Destino Culinario del Mundo.
El señor Del Solar destacó una buena parte de los lugares de atracción cultural que hemos recibido como herencia del Perú Pre-Colombino, además de Machu Picchu, tales como: Ciudadela de Caral, Ollantaytambo, Pisaq, Choquequirao (quizá más impresionante que Machu Picchu), Sitio Arqueológico de Huari (explorado apenas al 6 %), Pampas de Nazca y de Palpa, Santuario de Pachacamac, Chavín de Huántar (Patrimonio de la Humanidad), Chan Chan (ciudadela de barro, la más grande de América y la segunda más grande del Mundo, también Patrimonio de la Humanidad), Huaca Rajada (Casa del Señor de Sipán, llamado por la National Geografhic el Tutankamon de América), Fortaleza Elevada de Kuelap.
También se refirió al patrimonio inmaterial del Perú, citando las danzas, los vestidos, la Festividad de la Virgen de la Candelaria (también Patrimonio de la Humanidad), Peregrinación al Santuario del Señor de Coylluriti en el Auzangate (también Patrimonio de la Humanidad). Mencionó, asimismo, los Textiles Paracas, los Textiles Nazca, las artesanías, los retablos, la orfebrería, la joyería, el diseño y la arquitectura (recordando nuevamente a edificaciones tales como Machu Picchu, Chan Chan, Choquequirao).
Haciendo énfasis en el hecho de que la gran herencia del Perú, es la Cultura, hizo ver la necesidad y conveniencia de que explotemos esa gran herencia mediante el desarrollo del Turismo, que es una industria que puede dar muchos ingresos al Perú, así como servir de medio de vida a una muy buena parte de su población, calificando a la Cultura como la llave del desarrollo del Perú.
Para ello, no lo dijo, pero es necesario incrementar y desarrollar la infraestructura turística, así como capacitar a quienes serían directos anfitriones y guías de los que visiten los lugares turísticos reseñados anteriormente, para que admiren el patrimonio inmaterial ya mencionado o, también, los productos culturales indicados. Cambiar totalmente el enfoque con que se mira al turista, no se trata de verlo como objeto de explotación, se trata de que se sienta bien atendido en todo sentido, también el económico. Al respecto, me permito comentarles una pequeña anécdota personal: con motivo de una beca que obtuve para hacer estudios en Japón como representante de la empresa en que trabajaba; hice esfuerzos económicos para poder adquirir algunos productos que me serían muy útiles en el Perú, tanto por su mayor desarrollo tecnológico, como por lo novedosos que en sí mismos eran; al hacer mi primera compra, me di con la grata sorpresa de que el objeto que quería adquirir me lo vendían con el 40 % de descuento, por ser extranjero que no iba a radicar en Japón. Fue algo demasiado sorpresivo para mí, dada mi formación y contacto con la mentalidad peruana, según la cual “al turista hay que exprimirlo”.
Es muy bueno que un Primer Ministro del Perú se haya ocupado, de la manera que lo hizo en esa charla, de la necesidad de desarrollar nuestra oferta turística, dotándola de lo accesorio, porque lo principal ya lo tenemos. Creo que la iniciativa privada debe encontrar en este tema una forma muy atractiva de invertir para aportar a este desarrollo, porque el retorno de su inversión será muy atractivo y de una utilidad de muy larga duración.
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