A partir de este lunes 22 de julio, se ha puesto en práctica una medida que se ha dado en denominar Pico y Placa, para mejorar el tránsito vehicular en cuatro de los cinco días llamados laborables de la semana en la ciudad de Lima, en calidad de experiencia piloto para replicarla en todo el país, de acuerdo a resultados. Esta disposición, que se aplicará en dos etapas, la primera a partir del día anotado y, la segunda, a partir del día 5 de agosto próximo, prohíbe la circulación en horas punta de vehículos particulares por tres ejes viales en la primera etapa (Panamericana Norte, desde el Ovalo Naranjal – Vía de Evitamiento – Panamericana Sur, hasta la Av. Alipio Ponce; Av. Javier Prado, desde el Ovalo Huarochirí – Av. Sánchez Carrión – Av. La Marina – Av. Elmer Faucett; Av. Tacna, desde el jirón Conde de Superunda – Av. Garcilaso de la Vega – Av. Arequipa, hasta el Ovalo Miraflores) a los vehículos menores, según el número terminal de sus placas, par o impar.
En la segunda etapa empezará a aplicarse la misma prohibición en días y horas punta, así como iguales días de la semana según la terminación de las placas de rodaje de los vehículos particulares, para dos ejes viales más (Vía Expresa, desde la Bajada de Armendáriz hasta la Plaza Grau; y, Av. Canadá, desde la Av. Circunvalación, hasta la Av. Paseo de la República).
Esta disposición se ha dictado de forma muy similar a otra aplicada hace más de veinte años en la ciudad de Bogotá y guarda relación con la mucho más amplia que se dictó en el Perú a nivel país hacen más de treinta años y que prohibía la circulación en general para los vehículos cuyas placas terminaban en cifra par o impar en determinados días de la semana.
¿Cuál ha sido el resultado tangible de cada uno de ambos procesos?, no ha habido difusión al respecto, al menos al dictar la presente disposición. En todo caso, considero que los procesos de referencia, así como el de reciente inicio, son sólo paliativos que, sin perjuicio de que pudieran (especialmente en este caso el que acaba de iniciar su aplicación) convertirse en ahorro tangible de combustibles, reducción de horas-hombre laborales perdidas, disminución de la polución ambiental, etcétera, no son ni forman parte de un plan integral de solución al caótico problema del tránsito que sufre nuestra ciudad.
El 12 de setiembre de 2018, publiqué una Columna de Opinión (denominada Mejoramiento del Tránsito Vehicular) en la que sugería varias medidas que podrían formar parte de ese plan integral para mejorar el tránsito y que traigo al momento presente, esperando puedan llegar a quien o quienes deban elaborarlo, con el propósito de que analicen la posibilidad de su inclusión en el mismo para cuando, ¡por fin!, emprendan su elaboración:
Retiro de circulación de vehículos por antigüedad. Debería establecerse que los vehículos salgan de circulación al cumplir su vida útil, momento a partir del cual atentan principalmente contra el medio ambiente, aparte de que ofrecen muchos problemas de operatividad que, más tarde o más temprano, afectan la circulación vehicular de las pistas en que transitan.
Aplicación de impuestos crecientes a vehículos, proporcionales a su antigüedad. Esta medida podría contribuir a desalentar a los propietarios de vehículos antiguos de mantenerlos en circulación, de acuerdo a la magnitud de la escala impositiva que se dispusiera.
Dictar disposiciones que incentiven a las empresas a contratar su personal entre los vecinos de la circunscripción territorial en que funcionan. Dado que actualmente esto no es así, además de que en todo distrito siempre es posible encontrar personal que reúna requisitos para los diversos puestos de trabajo de que disponen las empresas, mucho ayudaría a disminuir el caos del tránsito citadino el que los trabajadores de las empresas no requirieran hacer grandes desplazamientos para llegar a sus centros de trabajo desde sus domicilios y a la inversa. Además, acortaría sensiblemente los tiempos que actualmente usan los trabajadores en sus desplazamientos, lo que contribuiría, incluso, a un mejor estado de ánimo de los propios trabajadores; con lo que mejorarían su calidad de vida; hasta podrían desplazarse en bicicleta, para acudir a sus empresas.
Si bien esta sería una disposición que daría sus frutos a muy largo plazo, podría ser uno de nuestros mejores legados a las generaciones venideras, aparte de que más demorará mientras más demoremos en llevar la idea a cabo.
No pretendo ser dueño de la verdad al proponer estas ideas, todo lo contrario: las trato de alcanzar, para dar lugar al debate y toma de conciencia, de las autoridades correspondientes, de la necesidad de elaborar un plan integral cuyo objetivo sea la solución del caos en el tránsito vehicular que, al ser aplicado, no dé lugar a la aparición de otros problemas (con motivo del primer día de su aplicación, se puso en evidencia que las vías alternas que se había previsto para circular alternativamente por los vehículos impedidos de transitar por los ejes viales establecidos, incrementaban demasiado los tiempos de circulación respecto a los usuales, que ya eran altos) y, en cambio, aporte también soluciones a otros problemas.
Jorge, concuerdo contigo en que lo que proponemos debería ser considerado en un análisis cuya finalidad sea desarrollar un plan integral para el transporte en Lima y en el Perú.
Estimado Alfonso, concuerdo contigo, es sólo un paliativo el Plan Pico y Placa puesto en ejecución por el Alcalde de Lima. Estimo que debe realizarse un Plan Integral, conjuntamente El MTC, en el que de todas maneras se debe incluir mucho cemento, léase Vías Periféricas, ampliaciones del Metropolitano y del Tren Eléctrico, etc. etc. y otros tipos de vías como el Funicular, propuesto por el Propio Alcalde, y asimismo, Nuevos Pasos a Desniveles, en los cruces más problemáticos. Sino, todo es inútil y el caos vehicular continuará.