No pretendo mostrar a continuación, una relación pormenorizada de los acontecimientos más importantes del año, lo que correspondería a un medio de prensa que disponga de información día a día de los hechos que van sucediendo y haciendo historia. Sí busco, en cambio, mencionar los hechos que más han calado en las personas comunes y corrientes, de las que soy parte, para rescatar los conceptos y sentimientos que dichos hechos han producido en mí, siempre como parte de la ciudadanía en general.
Para una mejor identificación de las impresiones que me han motivado los sucesos que a continuación trataré de traer a colación, voy a intentar mencionarlos por rubro de actividad:
Salud. En esta oportunidad, como en ninguna otra, ocupa el lugar más importante de todos los llamados a enumerar porque su importancia en la colectividad, no sólo nacional sino mundial, ha sido la mayor entre todas las que se pudiera considerar, especialmente por su impacto en la vida de las personas.
Se puede decir que hace prácticamente un siglo, la humanidad en su conjunto no sufría de un mal tan devastador como el COVID-19, esta enfermedad, a la fecha ha ocasionado la muerte a aproximadamente 1millón setecientos mil personas a nivel mundial y a 37,500 a nivel local, según datos oficiales.
Asimismo, que recién estamos frente a lo que se considera la solución -la vacuna- para que este mal pueda ser combatido con la convicción de que se alcanzará derrotarlo, aunque a unos les tomará más tiempo que a otros -entre los que se incluye al Perú- de acuerdo a la capacidad de producción de los laboratorios que ya la han desarrollado a nivel mundial, así como al poder adquisitivo de cada país en el concierto internacional de naciones.
En el Perú, tenemos, además, el impacto de una alerta de epidemia, la difteria, que también reviste características sumamente críticas para la población, especialmente la de menores recursos, por el entorno en que se desenvuelven -ambientes con bastante suciedad-, que facilita el contagio.
Otras dos enfermedades cuyo nivel de desarrollo es de carácter epidemiológico y que están presentes en el Perú actualmente y desde antes de la pandemia de COVID-19, son el dengue y el síndrome de Guillain-Barré.
Delincuencia y Criminalidad. Sin necesidad de entrar en cifras, que podrían resultar engañosas según la fuente que se utilice, la ciudadanía sabe perfectamente que ambas amenazas son, en estos momentos, demasiado reales y contundentes como para no tenerlas constantemente presentes: las autoridades, especialmente las que tienen a su cargo el orden público, no se dan abasto ni disponen de los suficientes recursos formativos y tecnológicos como para afrontarlas con expectativas de éxito, por lo que actualmente los ciudadanos nos sentimos desamparados y a expensas de estos flagelos.
POLITICA. Si bien los dos rubros anteriores han impactado demasiado negativamente en el quehacer nacional durante el año que se va, nuestros políticos no sólo no se han quedado atrás, sino que parecieran haber querido competir por hacer más daño al país que ambos, porque se han bastado y se han sobrado para mantenernos en verdadera zozobra durante la mayor parte del año, sea por las decisiones adoptadas por el Poder Legislativo -el actual Congreso, de acuerdo a la convocatoria a elecciones legislativas complementarias hecha en el último trimestre de 2019 por el Gobierno para enero del presente año, entró en funciones en marzo último- en forma de proyectos de ley para la firma y disposición de cumplimiento por la Presidencia de la República, como por su afán de traerse abajo al Primer Mandatario de la Nación mediante la aplicación de hasta dos procesos de vacancia presidencial. O, por el afán del Poder Ejecutivo de dejar mal parado al Legislativo que se pudo traslucir a lo largo de muchas de sus intervenciones: dichas actitudes, no por inmerecidas, nunca debieron haberse empleado.
ECONOMIA. Mientras que los congresistas se esmeraron en desarrollar proyectos perjudiciales para la economía de la Nación, en aras de la “mejora de la situación económica de las clases más desfavorecidas”, lo que fue y sigue siendo una constante en su gestión, el Ejecutivo hubo de recurrir en varias ocasiones y, hasta ahora debe hacerlo, al Tribunal Constitucional, para que se pronuncie sobre la pertinencia constitucional de la medida que se pretenda emitir como Ley, empezando por la imposibilidad constitucional del Congreso de generar gasto al Estado.
Paralelamente a este “filudo cuchillo” contra el que debe luchar constantemente el Gobierno, la presentación de la pandemia y la aplicación de las consiguientes medidas de emergencia a que dio lugar, trajo consigo un gran deterioro de la economía nacional, del que en estos momentos el país está tratando de salir, lo que va a tomar mucho tiempo y esfuerzo.
INDUSTRIA. A pesar de que la industrialización del país puede ser calificada como menos que incipiente, lo poquísimo que se ha desarrollado en algunos ámbitos ha sufrido las consecuencias de los problemas mencionados anteriormente, lo que también tomará un tiempo significativo en recuperarse. Mención especial merece el Turismo -llamado “la industria sin chimeneas”-, que se ha visto totalmente paralizado, tanto por las medidas que obligadamente hubo de disponer el Ejecutivo, para evitar en lo posible la migración de los agentes de contagio hacia y desde un lugar a otro de nuestro país, como por el cierre obligatorio de los lugares de atracción turística por el mismo motivo, además de que la afluencia turística externa a nuestros atractivos se vio frenada por la posibilidad de contagios para los hipotéticos visitantes. No se puede olvidar que el Turismo debiera ser el mayor medio de ingresos del país, así como que ya ha venido incrementando su importancia en ese sentido.
CONCLUSIONES. A consecuencia de los difíciles momentos que el Perú ha debido soportar, inéditos para toda la población peruana en cuanto a su conjunción en prácticamente un mismo momento del tiempo; considerando especialmente la negativa y antipatriótica actitud de los actuales congresistas, contamos con un nuevo Poder Ejecutivo encabezado por el señor Francisco Sagasti. Al respecto y en relación con los problemas anotados, creo conveniente mencionar lo siguiente.
· Se ha hablado mucho y mal de la gestión desempeñada por el señor Martín Vizcarra a la cabeza del Gobierno, para enfrentar los problemas de salud ocasionados en nuestro país, principalmente por la pandemia de COVID-19. Considero que, si la actual ministra de Salud condujo la cartera respectiva en una gestión que resultó mala, de acuerdo a los comentarios aludidos, no debió ser ratificada en el cargo, independientemente de si esos comentarios eran malévolos sólo por el hecho de serlo -como es mi personal percepción-.
Al margen de este comentario, creo que se deben dar todos los pasos tendientes a no incurrir en similares errores -que tiene que haberlos habido- a los cometidos hasta ahora para combatir la pandemia y las epidemias mencionadas.
Asimismo para muchos, entre los que me incluyo, la principal causa de que la pandemia haya causado tanta muerte y desolación en el Perú, es la falta de preparación de que adoleció y hasta ahora lo hace nuestro país. Este nuevo Gobierno, al tomar posesión, entre otras cosas declaró que pretendía dejar las bases de futuras modificaciones y mejoras en los ámbitos que a su juicio hacen falta: este, principalmente, es uno de ellos.
· La delincuencia y la criminalidad no pueden ser combatidas con la debilidad y “mano blanda” que hasta ahora viene mostrando el Poder Ejecutivo. Cuando se hizo cargo, el actual Presidente de la República ofreció dirigir al país con transparencia, así como con energía cuando fuera requerido. El pase a retiro del Comandante General de la Policía y de 17 generales de la misma institución, no fue llevado a cabo con transparencia, aunque sí con energía; pero, el trato a la criminalidad, a la delincuencia e incluso a las tomas de carreteras -que constituyen delito, a pesar de que sean manifestaciones de trabajadores que consideran justos sus reclamos, pero que en la práctica son azuzados por políticos y agitadores profesionales-, es absolutamente débil, sin energía alguna.
· El actual Ministro de Economía ha manifestado públicamente que su antecesora en el cargo, María Antonieta Alva Luperdi, hizo una buena gestión al frente de esa cartera, lo que por mezquindades propias de nuestros medios de difusión sólo ha sido escuetamente mencionado.
Se desconoce cuáles son las medidas que está tomando la actual administración económica del Perú, a pesar de la “transparencia” anunciada por el señor Sagasti al juramentar su actual cargo: no se trata de que se ponga a la luz pública toda estrategia que se pretenda aplicar para superar la crisis económica por la que atravesamos, pero considero que tampoco es bueno que no se nos dé nada a conocer: aparte de que el ministro del sector ha ido a reunirse con el Pleno o alguna Comisión del Congreso unas cuantas veces por temas puntuales y propios de coyunturas de cada momento respectivo, nada más se ha informado a la población.
· Dado que todo tipo de industrias del país, por incipientes que las mismas sean o hayan sido, han venido a menos, con especial énfasis en el Turismo, como consecuencia de la pandemia de COVID.19, toca a nuestras autoridades, por lo menos, planificar su recuperación a efectos de que el nuevo Gobierno que debe tomar posesión a partir del 28 de julio de 2021 encuentre la tarea ya avanzada y pueda continuarla y concluirla sin pérdida de tiempo.
· La pandemia que nos azota, ha dado a conocer el espíritu solidario de muchos de nuestros connacionales, tanto los que por función hubieron de estar en la primera línea de lucha contra el mal, entre los que se debe citar en primer término al personal médico y paramédico; la policía, las fuerzas armadas y los serenos municipales; los bomberos; los periodistas; los docentes y paradocentes; el personal de Baja Policía. Aparte de ellos, se han conocido también casos de personas y entidades que dieron todo de sí para ayudar a su prójimo frente a situaciones muy difíciles derivadas del problema sanitario. Se me viene a la memoria, especialmente, el de aquel empresario cuyo ramo de negocios entiendo era el alquiler y venta de balones de oxígeno, justamente de algo que fue muy requerido en determinado momento y que se tornó escaso por lo que fue aumentado indiscriminadamente de precio: este señor, que en ese momento fue denominado “El Angel del Oxígeno”, no subió nunca el precio de sus balones y trataba de atender toda la demanda que recibía; lamentablemente, él mismo fue víctima y falleció por efecto de la pandemia.
· Dentro de la falta de transparencia que en mi concepto está demostrando el señor Sagasti, considero necesario referirme a un rumor que está circulando cada vez más y con diferentes versiones, el mismo que se refiere a que nuestro actual Presidente de la República formaría parte del Foro de Sao Paulo, que es una conjunción de partidos y grupos políticos de izquierda, centroizquierda y extrema izquierda latinoamericanos fundado por el Partido de Trabajadores de Brasil en 1990. Actualmente, se dice que dicho foro estaría impulsando la idea de crear la Unión de Repúblicas Socialistas de América Latina (URSAL), por lo que sería el seno en donde estaría cocinándose un maquiavélico plan para instaurarla a la fuerza.
Se dice que en las dictaduras de izquierda -y, esta lo sería-, se eliminan la Policía y las Fuerzas Armadas: entre nosotros, ya se habría dado un primer paso respecto a la Policía, al pasar al retiro a 18 generales, lo que podría ser el inicio de su descabezamiento. En cuanto a las Fuerzas Armadas, la Asociación de Oficiales Generales y Almirantes del Perú -en Situación de Retiro- (ADOGEN), en su comunicado N°45, manifiesta:
“Ante el pretendido deseo de establecer un Nuevo Rumbo de las Fuerzas Armadas, declarado por la Señora Ministra de Defensa en entrevista concedida a un diario de circulación nacional, dijo estar tratando de conformar un comité consultivo ad-hoc de notables, por unos meses, que ayude a establecer una suerte de agenda sobre las decisiones que se tienen que tomar sobre el rumbo de las FF.AA. Se han ido agregando tareas, pero el rol cada vez queda menos claro.”
Considero necesario que el Presidente de la República haga un deslinde urgente al respecto.
Comments