En el Perú, la tasa de mortalidad por accidentes de tránsito, es muy elevada, de acuerdo al Reporte Mundial de Seguridad en las Carreteras para el 2016 (último año del que se cuenta con estadísticas conocidas), año en que nuestro país tuvo una mortalidad de 13.5 por cada 100,000 habitantes. Mientras tanto, en Suecia, un país que ostenta actualmente el más bajo índice de mortalidad entre los países grandes (más de 10 millones de habitantes), solo hubo una mortalidad de 2.8 por cada 100,000 habitantes.
¿Por qué esa abismal diferencia?, porque en 1997 Suecia se abocó a disminuir su tasa de mortalidad, estudiando y aplicando medidas para lograrlo; de entonces a la actualidad, siguen en su campaña. El diario El Comercio publicó un artículo al respecto el 2 de abril último, el mismo que pretendo contribuir a su difusión en esta Columna de Opinión, por considerar que debemos hacer una campaña para que nuestras pistas dejen de ser tan peligrosas como actualmente son. Al programa que desde 1997 aplican en Suecia con el fin de reducir a cero las víctimas mortales de accidentes de tránsito, le denominan Visión Zero.
Entre otras acciones que adoptaron y continúan siendo parte de su programa, se encuentran las siguientes:
Imposición de Límites de Velocidad. Privilegiando seguridad sobre velocidad, definieron como límites máximos de velocidad permitidos, en las zonas urbanas 40 Km/h; en las carreteras, 80 Km/h; y, en las autopistas, 120 Km/h. Una autoridad del tránsito en ese país, dice “Si sucede algo, duele menos ……”.
Utilización de Sistema de Radares. Con el propósito de verificar el cumplimiento de los límites de velocidad vehicular indicados, en todo el país se cuenta con 1500 radares; sin embargo, últimamente se comenta que solo uno de cada diez radares está activado, porque “se viene apostando por la confianza entre ciudadanos y ciudadanía”.
Priorización de Obstáculos y Control. Se da preferencia en el paso a los vehículos que circulan por las rotondas; se utilizan, al máximo, los rompemuelles; y, se emplean barreras, entre veredas y pistas, para evitar invasiones peatonales a las pistas y que los vehículos que circulan por ellas se acerquen peligrosamente a los peatones que caminan por las veredas. Esto, también se aplica en las zonas peatonales y en las barreras separadoras entre vehículos y bicicletas.
Rigidez para Controlar la Alcoholemia. Han establecido, como límite máximo de alcohol en sangre, 0.2 mg/lt (antes, era de 0.5 mg/lt, como actualmente en el Perú). Además, la mayoría de ómnibus cuenta con dispositivos para controlar el nivel de alcohol de los choferes, los que impiden encender el motor si el chofer no se encuentra totalmente sobrio al intentarlo; adicionalmente, más de una tercera parte de los taxis de servicio público disponen asimismo de esta tecnología.
Análisis de Accidentes. Cada accidente con víctimas mortales es evaluado en todos sus aspectos posibles, tales como: ¿Cómo se produjeron las heridas?; ¿pudo tener que ver el trazado de la pista?; ¿fue por exceso de velocidad?; ¿llevaba el conductor el cinturón de seguridad?; ¿alguien se cruzó intempestivamente en el camino? La absolución de estas consultas permite determinar si las medidas de seguridad que se aplican adolecen de deficiencias y, corregirlas, si es el caso y la estadística que se genera así lo recomienda.
Barreras en Pistas de Doble Sentido. En Suecia, 1000 Km de vías de doble sentido cuenta con barreras para evitar choques frontales entre vehículos que circulan por ellas en sentidos contrarios. Según la información, la aplicación de esta medida ha permitido reducir el número de accidentes en un 90%.
Si bien resulta evidente que las medidas descritas no podrían ser aplicadas inmediatamente o a corto plazo en nuestro medio en su totalidad, principalmente por el costo que supondría, la primera, tercera, cuarta y quinta sí podrían ser copiadas y aplicadas a nuestra realidad a muy corto plazo. Las dos restantes, deberían ser tratadas de aplicar paulatinamente, poniendo como meta el mediano plazo.
Paralelamente, se debería atacar, con decisión, el mejoramiento y/o construcción de carreteras interprovinciales a lo largo y ancho del país, así como el mejoramiento y/o construcción de pistas y veredas en las zonas urbanas del mismo. En este campo, deberían trabajar en coordinación las autoridades nacionales, regionales y locales, si se quiere llegar a alcanzar mejoras.
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