Con motivo de un artículo publicado en el diario El Comercio el 16 de junio, titulado “El otro Mundial: la OCDE, Internet y el Perú”, sobre el que pretendo hacer algunos comentarios, quise informarme respecto a lo que es la OCDE, cuál o cuáles son los objetivos o propósitos de su creación, qué países la conforman y cuál sería la conveniencia para nuestro país de integrarnos a esa entidad, de ser ello posible. De manera sintética, a continuación presento lo que me ha sido dado encontrar.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es una organización internacional, con sede en París - Francia, cuya misión es diseñar mejores políticas para elevar el nivel de vida en sus países miembros. Se creó el 30 de setiembre de 1961, a partir y en reemplazo de la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE), la cual fue fundada el 16 de abril de 1948 con el apoyo de Estados Unidos y Canadá para coordinar el Plan Marshall y contribuir a la reconstrucción de las economías europeas después de la Segunda Guerra Mundial. El objetivo de la OCDE, es promover políticas que favorezcan la prosperidad, igualdad, oportunidades y bienestar para todas las personas; promueve internacionalmente el desarrollo económico y social en el mundo y reconoce el rol de la inversión local e internacional, así como la creación de instituciones públicas y privadas que resulten efectivas. Los valores que rigen su trabajo, son la objetividad, apertura, audacia, ética y ser emprendedores.
En colaboración con gobiernos, responsables de políticas públicas y ciudadanos, la OCDE busca trabajar para establecer estándares internacionales y proponer soluciones a diversos retos sociales, económicos y medioambientales. La OCDE es un foro único, un centro de conocimientos para recopilación de datos y análisis e intercambio de experiencias y de buenas prácticas, además de que asesora en materia de políticas públicas y en el establecimiento de estándares y normas a nivel mundial en ámbitos que van desde la mejora del desempeño económico y la creación de empleo, al fomento de una educación eficaz o la lucha contra la evasión fiscal internacional.
Ceplan considera que ser miembro pleno de la OCDE es importante para el desarrollo económico y social del Perú por varias razones. La principal tiene un carácter simbólico, “significaría un logro trascendental para un país que hasta hace no mucho tiempo era todavía uno de tantos países incapaces de superar la trampa de los ingresos medios”, explica.
El proceso de acercamiento del Perú a la OCDE ha sido gradual. En el 2008 fue aprobada la incorporación de Perú como miembro observador en su Comité de Inversiones. Luego, en el 2009, Perú se adhirió al Centro de Desarrollo de la OCDE, que es un espacio de análisis e intercambio de experiencias sobre las políticas económicas y sociales entre países desarrollados y en vías de desarrollo. En los años que siguieron, el Perú se acercó a la OCDE a través de los Comités de Política del Consumidor y de Competencia; y, del Grupo de Trabajo sobre Cohecho.
En el año 2012, el Perú expresó por primera vez su interés formal en ser miembro de la Organización y, por segunda vez, en el 2017. El Consejo Ministerial de la OCDE acordó, en abril del 2014, invitar al Perú para participar en el “Programa País”, mecanismo que busca ayudar a un número limitado de países a alcanzar los estándares y prácticas de la OCDE, proceso que nuestro país implementó entre los años 2014 y 2019.
En el 2018, Perú se convirtió en Parte de la Convención de la OCDE para Combatir el Soborno de Funcionarios Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales (Convención Anticohecho) y de la Convención Multilateral sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal; esto, con el propósito invariable de combatir la corrupción y fomentar una mayor transparencia e intercambio de información.
El 9 de octubre del 2021, el ministerio de Relaciones Exteriores informó que el Presidente de la República, Pedro Castillo, remitió una misiva al secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, para ratificar la aspiración del Perú de incorporarse como miembro de dicho organismo multilateral. El 25 de enero del año en curso, la OCDE decidió, por consenso, invitar al Perú a iniciar el proceso de adhesión a dicha organización.
Cabe indicar que Colombia inició su proceso de adhesión a la OCDE en el 2013 y lo concluyó en abril del 2020, luego de completar los procedimientos internos de ratificación de la Convención de la OCDE. Mientras que Chile empezó su proceso de adhesión a la OCDE en el 2007 y lo terminó en enero del 2010.
Los Países Miembros de la OCDE trabajan conjuntamente para solucionar problemas comunes, compartir experiencias e identificar prácticas que permitan promover políticas para mejorar sus estándares de vida. Ellos, son: Alemania; Australia; Austria; Bélgica; Canadá; Chile; Colombia; República de Corea del Sur; República Checa; Dinamarca; República Eslovaca; Eslovenia; España; Estados Unidos; Estonia; Finlandia; Francia; Grecia; Hungría; Islandia; Irlanda; Israel; Italia; Japón; Lituania; Luxemburgo; Letonia; México; Noruega; Nueva Zelanda; Países Bajos; Polonia; Portugal; Reino Unido; Suecia; Suiza; y Turquía. Costa Rica fue invitada formalmente a ser parte de la Organización el 15 de mayo de 2020, lo que se formalizará una vez que haya ratificado los instrumentos de adhesión. La OCDE colabora con más de 100 economías No Miembros, muchas de las cuales incluso participan en sus más de 200 Comités y Grupos de Trabajo de expertos, adhiriendo a sus políticas en algunos casos; a partir de 2007, colabora con socios estratégicos (Key Partners) Brasil, India, Indonesia, República Popular China y Sudáfrica, a través de programas de trabajo específicos.
El 25 de enero de 2022, el Consejo de la OCDE decidió iniciar las conversaciones de adhesión con Perú. Esta decisión es el resultado de una profunda deliberación por parte de los miembros de la OCDE sobre la base de su Marco para la Consideración de Futuros Miembros, basado en pruebas, así como en los progresos realizados por Perú desde su primera solicitud de adhesión a la OCDE. A partir de dicha fecha, se prepara una hoja de ruta individual detallada para el proceso de evaluación, a partir de la adhesión del Perú a los valores, la visión y las prioridades reflejadas en la Declaración de la Visión del 60º Aniversario de la OCDE y en la Declaración del Consejo Ministerial pertinente.
Perú ha sido uno de los países socios más activos. Fue uno de los primeros países en comprometerse con la OCDE, a través de su Programa País, que se construyó en torno a cinco áreas clave: crecimiento económico; gobernanza pública, anticorrupción y transparencia; capital humano y productividad; y, medio ambiente. El Programa comprendía revisiones de políticas, proyectos de implementación y desarrollo de capacidades, participación en los Comités de la OCDE y adhesión a determinados instrumentos legales de la OCDE. Desde 2018, Perú ha estado implementando un Plan de Acción para continuar apoyando su agenda de reformas aprovechando los instrumentos legales de la OCDE, los organismos y el análisis basado en la evidencia.
La Secretaría de Relaciones Globales de la OCDE ha gestionado la coordinación estratégica de esta relación en nombre de los Miembros, asegurando que el diálogo se mantenga centrado y orientado al futuro. El procedimiento de revisión y evaluación del programa ha permitido compartir los estándares y las mejores prácticas de la OCDE con las autoridades peruanas y ha ayudado a identificar áreas para futuras reformas. Perú ha valorado la oportunidad de debatir los principales problemas y retos políticos en un contexto multilateral y de aprender de las experiencias de los países de la OCDE que se enfrentan a retos similares en muchos ámbitos. A su vez, este diálogo ha enriquecido los conocimientos y el asesoramiento político de la OCDE, y ha beneficiado a sus Países Miembros y a las economías no pertenecientes a la misma, al permitirles adquirir una mejor comprensión de Perú.
La OCDE mantiene relaciones globales con otros organismos e instituciones internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo; la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); el Fondo Monetario Internacional; el Banco Mundial; el Organismo Internacional de Energía Atómica; y Naciones Unidas; además de lo anterior, destaca el hecho de que la OCDE es un socio activo del G20. Colabora con la sociedad civil, particularmente a través de sus Comités Consultivo Empresarial e Industrial (BIAC) y Consultivo Sindical (TUAC); estos órganos colaboran con casi todas las áreas de trabajo de la OCDE; esta cooperación se ha complementado con actividades con otros representantes de la sociedad civil. Mantiene una relación estrecha con parlamentarios, de manera particular a través de la Red Parlamentaria OCDE; el Consejo de Europa; y las Asambleas Parlamentarias de la OTAN.
Beneficios de pertenecer a la OCDE
Genera un vínculo con países desarrollados, permitiendo al país miembro ingresar a una red de contactos permanente, en temas tan variados como educación, ambiente, asuntos fiscales, comercio, inversión, competencia, tecnología e innovación, estadísticas y mercados. Las ventajas o beneficios de ser país miembro de la OCDE, son:
- Asegura el principio de igualdad formal; es decir, los diferentes Estados miembros tienen igualdad, sin tomar en cuenta su poder económico o el monto de las cuotas de financiamiento a la Organización.
- Fomenta el gobierno abierto con base en la transparencia y el acceso a cualquier persona a datos e información para la toma de decisiones.
- Busca un balance entre la economía de mercado y el Estado, como modelo de organización económica, que permite tener una sociedad que cuente con una adecuada intervención del Estado.
- Genera reformas destinadas a aumentar la competitividad de las diferentes industrias impactando en la baja de los precios para los consumidores finales.
- Comparte información entre los países para luchar contra la erosión de las bases imponibles y el traslado de beneficios, para poner fin a la elusión fiscal por parte de las empresas multinacionales.
- Colabora con iniciativas como Inspectores Fiscales Sin Fronteras para mejorar la recaudación de ingresos fiscales adicionales por parte de las administraciones tributarias.
- Permite la participación de la sociedad civil como parte de las conferencias, consultas y discusiones de los Comités.
- Incluye la contribución de los representantes laborales y empresariales por medio de cuerpos consultivos.
- Anima la colaboración de ONGs y organizaciones comunales para perfilar de mejor manera las políticas públicas y las iniciativas de los comités.
- Evalúa permanentemente al país sobre sus datos económicos y estadísticas para propiciar el desarrollo socioeconómico.
- Incide en la percepción para la atracción de la Inversión Extranjera Directa, para lo cual, motiva a los inversionistas externos positivamente.
Desventajas de ser país miembro de la OCDE
Al estudiar los resultados de los Comités Técnicos para Costa Rica, país en actual proceso de adhesión a la OCDE, así como conocer algunos de los resultados de la adhesión de México, Chile y Colombia, podría tenerse la impresión de que existen “desventajas”, como que el país debe destinar recursos para su membresía, convertirse en donante emergente, perder reputación por no cumplir con los estándares o políticas en determinados plazos, someterse a reformas tributarias regresivas, darse disminución de salarios en algunos sectores o pensiones más bajas, con mayores tasas de cotización y una mayor edad de jubilación. Sin embargo, también existe una inversión-país para pertenecer a foros como la Organización Mundial del Comercio o la Organización Mundial de la Salud, cuota necesaria en el marco de un mundo social, económica y hasta sanitariamente globalizado. La cooperación que puede brindar Costa Rica puede ser desde una perspectiva técnica, acción que ya realiza por medio de convenios internacionales, siendo una oportunidad para su fortalecimiento. Las otras situaciones tienen que ver con la curva de aprendizaje y aspectos estructurales de los países que requieren, entre otras áreas de trabajo, simplificar trámites, mejorar la educación para acceder a puestos de trabajo mejor remunerados, implementar políticas de salarios justos y, aumentar la tasa de reposición que incide en la pirámide poblacional, factor vital para generar una estabilidad en la seguridad social y el régimen de pensiones.
De todo lo anterior, se puede colegir que la forma de vida en el Perú cambiaría, para mejorar, lo que sería conveniente desde todo punto de vista; sólo faltaría ver qué tan fácil o difícil sería lograr la integración anotada. Al respecto, el artículo que menciono al comenzar la presente Columna de Opinión, redactado por la tecnóloga Maite Vizcarra, considera que concretarlo debería ser factible, toda vez que el proceso de integración consta de etapas para lograrla. Sin embargo, acto seguido menciona que el mismo supone una reingeniería profunda que, a pesar de que no garantiza el forzoso ingreso del país a la organización, lo ayuda de manera muy significativa a ordenarse.
Pone especial énfasis en los esfuerzos desarrollados por el Perú a nivel estatal en los temas de internet, mencionando que hemos ascendido en el Indice de Desarrollo de Gobierno Electrónico, de 0.53 en el año 2008, a 0.65 en el 2018, aunque el nivel requerido por la OCDE es de 0.82 en promedio. Menciona, también, que formar parte de este “selecto club de la prosperidad”, supone suscribir ciertas premisas, poniendo como ejemplo que los países Miembros tienen un “crecimiento compartido” que implica “armonizar el aporte y los roles entre el sector público y el sector privado”.
Realmente, la etapa por la que está atravesando el Perú sólo puede ser calificada como desastrosa, no únicamente en el desorden con que actualmente se trabaja, al menos en el sector público, sino y especialmente, en que no se hace nada por mejorar el país: el Poder Ejecutivo, es decir el Gobierno, está abocado a salvar la permanencia de su principal funcionario, el Presidente de la República; por su lado, el Poder Legislativo, el Congreso, sólo se dedica a pugnas entre sus miembros, de acuerdo a su color político, así como a enfrentarse con el Presidente de la República y con algunos miembros del Gabinete Ministerial.
¡Así, no podemos, ni debemos aspirar a nada!
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