top of page
Buscar
Foto del escritorAlfonso Abad Porras

NUEVA SEDE PARA LA CAPITAL: HACIENDO ECO DE PROYECTO EN RUSIA

El Kremlin ha vuelto a poner sobre la mesa la propuesta de convertir a Siberia en el nuevo centro político del país. La superpoblación de Moscú y la seguridad son algunos de los motivos que tienen las actuales autoridades rusas, para insistir en esta propuesta ya planteada anteriormente -aparte, también, de que Siberia es la región más rica de Rusia, de acuerdo a información publicada-, en un país que, a lo largo de su historia, ya ha cambiado anteriormente de sede para su capital.


Según publicación aparecida en edición digital del diario El Comercio, quienes se oponen a que Moscú siga siendo la capital, sustentan su posición con el argumento de que Rusia está hipercentralizada en torno a esta urbe y consideran que su superpoblación está afectando los intereses del país; dicen que “Moscú se ha convertido en una especie de aspiradora que succiona personas, dinero y perspectivas del resto del país. El traslado de la capital a Siberia es un imperativo geopolítico y geoeconómico absoluto para Rusia”.


Esos argumentos, son los mismos en esencia, aunque expresados en otros términos, que expuse en julio de 2018, para hacer similar sugerencia en pro del cambio de nuestra capital al interior de la República. Como considero que podría ser motivo de interés discutir dicha sugerencia, a continuación publico nuevamente la Columna de Opinión que publiqué en la ocasión citada, esperando que esta vez pueda tener una mayor acogida:


NUEVA SEDE PARA LA CAPITAL

Hacen muchos años, del orden de cuarenta y hasta quizás de cincuenta, oí hablar, por primera vez, de una idea que se grafica con el título de esta columna. La o las motivaciones de entonces, las desconozco o no las recuerdo (de haberlas conocido) pero, con toda seguridad, eran diferentes a las que me animan a sugerirla actualmente.


Lima ha crecido exorbitantemente debido, como razón principal, a la migración del campo a la ciudad y de la provincia a la capital del país. Si a esto le sumamos que dicho crecimiento ha sido totalmente falto de planificación, nos encontramos con el resultado que todos vemos: una ciudad inmensa, que tiene mucho de desarrollo horizontal y muy poco (poquísimo frente al de otras urbes, comparativamente hablando) de desarrollo vertical. Además, ese crecimiento horizontal ha tenido como una consecuencia directa la desaparición de terrenos de cultivo que contribuían en gran medida a la alimentación de los capitalinos.


Es cierto, que todos o la mayoría queremos vivir en una casa y no en un departamento, lo que se debe principalmente a la falta de cultura cívica de una parte importante de la población residente en esta ciudad. Todos sabemos que es muy difícil lograr espíritu de cuerpo con los vecinos de un edificio de departamentos: nunca, o casi nunca, se logra unidad de criterios entre los propietarios o entre quienes alquilan departamentos en los edificios de viviendas, no importa de qué actividad o idea se trate, siempre habrá quien se oponga y hasta tendrá sus seguidores. Lógicamente, si tenemos la posibilidad de aspirar a llevar a nuestras familias a residir en una casa, haremos todo el esfuerzo posible para que así sea, porque nadie quiere vivir peleando con sus vecinos.


Por otra parte, mientras nuestros gobernantes no se ocupen -como debieran- del desarrollo de las demás regiones o departamentos, sus respectivas provincias, distritos y poblaciones del interior de la república en general, continuará produciéndose la migración masiva del campo a la ciudad. Es totalmente comprensible que, al no haber medios de vida suficientes -recursos, trabajo, educación, servicios, etc.-, los pobladores pretendan emigrar a medios en los que pueden satisfacer esas carencias, a las que se debe sumar la charlatanería interesada que les inculca esas ideas.


Pienso, que otra manera de que Lima deje de crecer tan desordenadamente -sin que deba ser así- es buscar en nuestro vasto territorio un área adecuada para establecer la capital administrativa del país, algo similar a lo que hizo Brasil con la creación de Brasilia, lo que “sacaría” de nuestra urbe al aparato público más importante -sedes del Gobierno y del Congreso, ministerios y reparticiones públicas más importantes-; con toda seguridad, que el caos de tráfico que padecemos disminuiría de manera muy significativa, así como que los empleados públicos inicialmente y sus respectivas familias después, habrían de mudarse paulatinamente a esa nueva sede de la capital del Perú. Se crearía, por necesidad, toda una nueva infraestructura citadina para aquellos que debieran emigrar con ese destino.


Lo mejor que ocurriría, es que esa nueva capital se construiría de una manera planificada, con lo que nunca se produciría el caos que vivimos en nuestra Lima. Paralelamente, al suceder lo mencionado se lograría, primero, la reubicación de los habitantes del “cinturón de pobreza” que rodea la ciudad, el nivel de vida mejoraría significativamente, descendería el alto índice de criminalidad que hoy padece Lima y, en fin, alcanzaríamos mejores estándares de vida como país.


A esto, habría que sumar la necesidad de que nuestros gobernantes se preocupen por el desarrollo del interior de la república, naturalmente.

Vista panorámica de Brasilia


CONGRESISTA INTENTA SOBORNAR A PERIODISTA

El jueves 23 último, en el noticiero central de Frecuencia Latina a las diez de la noche, se propaló una noticia que pinta de cuerpo entero, por lo menos, a un congresista; en este caso, de la bancada de Acción Popular.


Según la noticia, el congresista Jorge Luis Flores, intentó sobornar al periodista del diario la República, Liubomir Fernández Fernández, con S/ 100.00, para que no entreviste a su colega de bancada Carlos Zevallos a su paso por Puno. El citado hombre de prensa grabó el enojoso momento de su reclamo al “padre de la Patria” por esa actitud que afectaba su honor y vocación periodística con su celular, lo que fue retransmitido por el citado espacio noticioso. En el mismo, se aprecia cómo Flores intentó convencer a Fernández de que aceptara, si no esa dádiva, una invitación a almorzar. Finalmente, el parlamentario se disculpó, tratando de disimular su intento de pasar al periodista un billete de cien soles doblado, pero la grabación evidencia con toda claridad que el acto se produjo.


El gesto del señor Fernández es digno de destacar, por su honestidad, sentido ético y valentía -ese congresista muy probablemente va a tratar de vengarse de él- Este, es un hecho que no puede ni debe pasar desapercibido: corresponde que ambas actitudes sean publicitadas al máximo, tanto para reconocer el mérito del periodista, como para denigrar como corresponde al parlamentario.


Mucho se habla y no sólo actualmente sino desde hace ya bastante tiempo, de cómo la corrupción corroe a muchas personas, en perjuicio de la gente honesta que cumple las disposiciones y desempeña las funciones públicas o privadas que su paso por la vida le asignan. Especialmente los políticos usan, cada vez más en sus campañas pre-electorales, a la corrupción como “bandera de lucha” para atraer más votos a su favor y, sin embargo, son los primeros en practicarla: ¿cómo vamos a salir de gente así?


Sólo creo que hay una forma: dictar penas mucho más severas de las que ya existan para sancionar a quienes cometen actos de corrupción y hacer escarnio de ellos, para que toda la ciudadanía se entere y los sancionados queden “en boca de todos”.


Se ha dicho que al parlamentario Flores se le debería someter al Comité de Etica del Congreso por este hecho; ojalá sea así y que se haga escándalo, porque merecería ser expulsado del Parlamento; en este caso, espero que no rija aquello de “otorongo no come otorongo”, tan vigente de un tiempo a esta parte en nuestro Poder Legislativo.






17 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

ESSALUD

Comments


bottom of page