Uno de los principales problemas de Lima, es el caos en que se ha convertido el tráfico vehicular. Una de las razones más importantes para que así sea, es el excesivo número de vehículos automotores que pulula en nuestra Ciudad Capital, lo que de alguna manera demuestra que la situación económica por la que atravesamos los limeños (y también, los residentes no naturales de Lima) no es tan paupérrima como a muchos puede parecernos.
Es que la cantidad de vehículos nuevos y usados para la venta que llega a nuestro país es muy grande para la capacidad de nuestras pistas si, como es de total conocimiento, no se hace un retiro paralelo de vehículos por razones de antigüedad…… Lo que quiere decir que esta, es una de las principales causas del caos a que me estoy refiriendo. Si, de lo que se trata es de plantear ideas para superar la situación extrema a la que hemos llegado en relación al tráfico vehicular, la primera solución, aunque no la única es, definitivamente, el retiro de unidades obsoletas por los años de vida útil que ya han discurrido por nuestras pistas. Es más, siguiendo la práctica de los países desarrollados, se debería no solo poner límite a los años de circulación de los vehículos en uso sino, también, aplicar de otra forma el concepto de impuesto vehicular en lo que a años de servicio en el tránsito se refiere: aplicar impuestos mayores a los autos de mayor antigüedad, por cantidad de años en uso, por ejemplo.
Otra idea que creo debería aplicarse y no la encuentro en las propuestas de los actuales candidatos a la Alcaldía de Lima, ni las de los candidatos a las alcaldías de los Distritos limeños, permitiría no solo un reordenamiento del tránsito, con la consiguiente disminución del tráfico vehicular; es la siguiente: en todos los distritos limeños existen empresas de mayor o menor envergadura afincadas en los mismos; por lo general, el personal con que cuentan dichas empresas procede de distritos diferentes al de operación de las mencionadas empresas, mayormente debido a que por razones de su absoluta incumbencia esas empresas o centros de trabajo no nacieron en el distrito de su actual funcionamiento, sino que se mudaron alguna vez. El personal que labora en estos centros de trabajo, normalmente tampoco reside en el distrito en el que trabaja, por lo que debe desplazarse cada día usando buena parte de su tiempo en hacerlo, tanto de ida como de regreso; debería propugnarse que las empresas tomen personal que resida en su(s) distrito(s) de funcionamiento, porque en todos reside personal de diversas formaciones, profesionales y no profesionales, hombres y mujeres.
De esta forma, se reduciría muy significativamente el tráfico, se ordenaría el tránsito y, adicionalmente, se daría mejor calidad de vida a la población laboral limeña, lo que posteriormente podría ser replicado en las demás ciudades populosas del país. Por supuesto que esta idea tendría que ponerla en práctica una entidad que contara con la autoridad y los recursos suficientes para hacerlo, además de que pudiera establecer el procedimiento más adecuado al respecto; a mi modo de ver, solo podría ser la Municipalidad de Lima o, quizá, alguna(s) Municipalidad(es) Distrital(es).
Por supuesto, que poner en práctica una idea así tomaría un tiempo bastante prolongado porque, entre otras cosas, las municipalidades distritales (en coordinación con la provincial) tendrían que crear una base de datos que incluyera a toda la población laboral de su circunscripción y, luego de contar con ella, proporcionarla a las empresas que operan en la misma para que vieran la posibilidad de incrementar o reemplazar su personal con el proveniente de dicha base de datos.
Dejo la idea ahí, esperando que algún día cercano se pueda aplicar.
Buenas sugerencias que me parece podrías alcanzarlas, por lo menos a los candidatos con mayores posibilidades,añado una más, que las empresas evalúen aplicar el sistema Trabajo desde casa,el personal administrativo,los profesionales con nivel asesor y otros, que significaría movilización de menor fuerza de trabajo, también podrían estudiarse horarios escalonados, preparados por una comisión que la presida el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.