Desde fines del año pasado y comienzos del presente, somos testigos, estupefactos, de algo inconcebible que está ocurriendo en la entidad estatal Petroperú.
El 11 de noviembre Heaven Petroleum Operators (HPO), cuyo gerente general es Samir Abudayeh Giha, ganó la licitación convocada por la petrolera estatal para proveerla de 280 mil barriles de biodiesel tipo B100, por un monto global de US$ 74 millones. Esto, luego de 18 días de que Abudayeh visitó al Presidente de la República y se reunió con él, con el actual gerente general de Petroperú, Hugo Chávez Arévalo y, con la ya muy conocida lobista -en el actual Gobierno- Karelim López.
A raíz de que el proceso de licitación adolecía de sospechosas manipulaciones, la exgerenta corporativa de cumplimiento de Petroperú, Zenaida Calderón, emitió un informe al directorio de la empresa, en el que detallaba la forma en que se dirigió la compra del producto en licitación, empezando por la cancelación del proceso internacional respectivo, con el argumento de “favorecer la reactivación de la industria nacional”. El informe fue sustentado ante seis integrantes del directorio -entre los que estaba el gerente general de la empresa- y presentaba la ocurrencia de diez situaciones irregulares en el proceso. El informe fue calificado como incompleto y a la funcionaria “se le retiró la confianza”, por lo que fue removida del cargo -cabe anotar que el despido se produjo mientras la citada gerenta se encontraba de vacaciones-.
Dado que lo anteriormente mencionado llegó a hacerse público, con fecha 23 de diciembre de 2021, la administración de Petroperú anunció que declaraba la nulidad de los contratos derivados del Proceso por Competencia N° COM-012-2021-GDCH/PETROPERÚ “Adquisición de Biodiesel B100 en el mercado local para el período enero-abril 2022”, al haber detectado que “no se contó con la presencia de un notario público en la recepción de las propuestas, tal como lo indica el procedimiento”: un pretexto por demás traído de los cabellos que, de ser el verdadero motivo de la anulación, tendría que haber dado lugar a un juicio por parte de la empresa con la que se había firmado contratos y, la “caída” de más de una cabeza en Petroperú.
De inmediato, con fecha 5 de enero de 2022, “en línea con su compromiso de garantizar el abastecimiento del mercado de hidrocarburos del país, Petroperú realizó una nueva convocatoria para la compra de Biodiesel B100 que permita cubrir la demanda de la empresa estatal para producción de combustibles”. Esta licitación, sí fue de carácter internacional, habiéndose invitado a 61 empresas internacionales y 8 nacionales, contando finalmente con la presentación de propuestas de dos postores extranjeros y dos nacionales, siendo uno de estos últimos HPO, nuevamente.
En esta oportunidad el proceso de licitación, que fue por 300 mil barriles de biodiesel, contó con la presencia de un notario público mas no con la participación de la Contraloría General de la República, como inicialmente se había anunciado -por lo menos, al otorgamiento de la buena pro, que es el momento culminante de toda licitación-. La buena pro -oh, sorpresa- fue otorgada, nuevamente a HPO, esta vez sería por un monto de US$ 84 millones la que, de acuerdo a lo informado por Petroperú, habría presentado la mejor oferta.
A causa de haberse puesto en tela de juicio públicamente la adjudicación de la buena pro a HPO en la licitación anulada, el gerente general de Petroperú fue invitado a declarar a algunos medios de difusión, así como fue objeto de especial atención y seguimiento, habiéndose dado difusión, entre otras, a expresiones suyas tomadas de un audio en el que manifiesta que "La gente cree que voy a renunciar, tengan por descartado que no voy a renunciar y no me van a sacar de acá. Yo me voy al día siguiente que se vaya el presidente de este país, gozo con la confianza del presidente", se le escucha decir en el audio, según el programa dominical Panorama. Además, afirma que también cuenta con la confianza de los ministros de Energía y Minas, Eduardo González Toro y Economía y Finanzas, Pedro Francke. "Ayer me he comunicado con ellos", asevera.
Esta denuncia contra el citado ejecutivo, fue publicada el 16 de enero último y …. no ha pasado nada. Es inaudito que un funcionario, del nivel que sea, efectúe esta suerte de manifestaciones que se convierten en públicas sin que quien o quienes están obligados -por función- a sancionarlo con un despido inmediato mantengan el silencio más cómplice y no hagan lo que corresponde.
El actual Presidente de la República se ha comprometido, pero también jactado, de la transparencia (?) de su gestión. En el caso que reseño, no hay transparencia posible por lo que, contrariamente, es lógica cualquier suspicacia. Es fácil pensar que Pedro Castillo orientó los pasos que se dieron para el otorgamiento de la buena pro en la licitación cuya adjudicación se asignó el 11 de noviembre de 2021; aunque también cabe preguntarse, ¿qué le sabe Hugo Chávez a Pedro Castillo, para que se jacte de la manera que lo ha hecho en el audio comentado?
Un dicho muy antiguo dice lo siguiente: “La mujer del César no sólo tiene que ser honesta, sino también parecerlo”. No basta, pues, que la gente del Gobierno, con Pedro Castillo a la cabeza, diga que no son corruptos y que luchan contra la corrupción: tienen que demostrarlo y, para hacerlo, permitir el seguimiento de sus actos a la opinión pública. A la fecha de publicación de esta columna, se conoce que “han desaparecido” algunas hojas del registro de visitas a Petroperú; por otro lado, que el gerente general de dicha entidad, se habría reunido hasta en seis oportunidades con la lobista Karelim López: ¿qué más se irá a descubrir sin que el citado funcionario sea removido del cargo?
El Congreso de la República -al margen de entidades como la Contraloría General de la República, la Defensoría del Pueblo u otras que pudieran tener que hacerlo-cuya función obliga a fiscalizar los actos de Gobierno, debe tomar cartas en este asunto, en defensa de la ciudadanía en general y del país en su conjunto; de no hacerlo, será lógico considerar a los congresistas cómplices de malos manejos como este. O, lo que es muy usual, que permiten que estas cosas sucedan para que los dejen medrar en las que a ellos interesan.
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