Debido a la situación política en Venezuela, de dos o tres años al presente el Perú viene sufriendo oleadas de migrantes de ese país al nuestro. Y, no es que el Perú no sea un país receptivo o, que yo individualmente lo sea, pero esto nos está causando problemas de carácter económico, social, de salud y, en fin, de muy diversa índole, con los que nuestras autoridades no han podido o no han sabido lidiar, en perjuicio de una gran mayoría de ciudadanos y familias peruanas que se encuentran en niveles de pobreza y pobreza extrema, a los que los venezolanos, sin proponérselo, les quitan oportunidades de subsistencia.
No pretendo, al decir esto, que los peruanos o yo mismo seamos desagradecidos: hacen del orden de entre 45 y 50 años, muchos peruanos se vieron en la necesidad de emigrar precisamente a Venezuela -yo, no lo hice- porque el Gobierno Militar de Juan Velasco Alvarado los presionó y, hasta obligó a salir del país al restringir algunas de sus libertades individuales, como las de opinión, de acción, de movimiento, de reunión, que estaban limitadas especialmente para la gente de clase media. El país llanero los recibió con “los brazos abiertos” y los trató bastante bien, según lo poco que entonces o hasta la fecha me ha sido dado saber.
Sin embargo, la situación económica de Venezuela siempre fue mejor que la peruana, porque ellos eran -y siguen siendo- productores de petróleo, lo que les permitía una vida holgada y sin desplegar mayor esfuerzo laboral; por el contrario, la masa laboral peruana -que nunca fue excesiva- llegó a suplir una necesidad, la de la mano de obra de detalle, que ellos trataban de evitar.
Aquí, en cambio, hemos recibido un verdadero éxodo venezolano, obligado porque allá ellos casi literalmente no tienen qué comer. Casi es mayor la falta de comestibles que la de dinero para adquirirlos, con lo que digo mucho, porque lo que llega por acá es la noticia de que viven con sueldos verdaderamente miserables. Sin embargo la gente de aquí, que vive en los niveles socio económicos de pobreza y pobreza extrema, también tiene padecimientos que se pueden comparar con los de los venezolanos, con la “pequeña diferencia” de que mucha de la gente que ha emigrado al Perú tiene estudios superiores y hasta título profesional, a lo que nunca va a llegar la peruana de esos niveles, si pensamos en la época en que vivimos.
Querámoslo o no, la gente con alguna preparación que compita con la nuestra, le va a sacar ventaja siempre, por razones obvias. Por otro lado, la gente de mal vivir, que también ha venido en mucha cantidad, asimismo le ganará a la nuestra porque, al haber visto mayores adelantos en su país, antes que los de acá aprendieron a enfrentar armamentos y métodos tecnológicos para la impartición de justicia más sofisticados que los que aún se usan en el Perú. Son más avezados, así como “hacen gala” de mayor maldad.
Aquí, lo que ha faltado y falta hasta ahora, es dedicar recursos y planificar la ejecución de obras de infraestructura. Creo que a esa gente, en su inmensa mayoría, se le debería dedicar, porque antes no se hizo, a la construcción de carreteras de penetración, de vías férreas; a la construcción de urbanizaciones de viviendas en las ciudades del interior de la República, para que la gente natural de esos lugares busque que quedarse y hacer desarrollar sus lugares de origen y, que quienes construyan esos nuevos espacios vitales tiendan, también, a quedarse en los nuevos espacios vitales que ellos contribuyan a crear.
¿Por qué no aprovechar esa nueva mano de obra en el desarrollo del Perú?
Por supuesto, a los malos elementos mencionados más arriba, así como a los que han ingresado al Perú de forma ilegal, se les debe deportar, devolver a su país de origen o, por lo menos, sacarlos del Perú: para gente nociva, nos sobra la propia, no queremos que el hacinamiento que ya se da en nuestras cárceles, se amplíe con esa gente extranjera de mala calaña; ¿para qué?, ¿para que coman y duerman a expensas nuestras?
Agradezco, nuevamente su lectura y documentado comentario de mi Columna de Opinión. En general, el propósito de las que publico es tratar alguna situación vigente en la vida diaria de nuestra sociedad para, una vez puestos de relieve algunos aspectos del asunto de que se trate, esbozar alguna solución al que, finalmente, es problema para algunos o la mayoría de nuestros estratos sociales. Sin pretender que usted no lo haya entendido así desde un primer momento, se lo menciono porque no demuestra en su escrito que le parezca solución la propuesta que hago, quizá por utópica. Sin embargo, al proponerla lo hago creyendo que se debe cambiar la mentalidad de quienes tienen la toma de este tipo de decisiones a…
Siempre la inmigración, ha tenido protestas de la población, a lo largo de la historia del país. Algunos gobiernos del pasado usaron la mano de obra negra, y más tarde oriental, para explotar la en quehaceres que los peruanos no admitían dedicarse. Los indígenas no cuentan, porque desde la conquista fue espantosa su existencia a manos del gobierno y los gamonales. No contemos con la inmigración alemana y austriaca de fines del siglo XIX, porque ellos llegaron invitados y luego fueron abandonados a su suerte. Menos mal, que no fueron objeto de crítica, porque se refugiaron, donde los costeños y andinos, no tocaban: la selva. Prosperaron sin ayuda y son un ejemplo de desarrollo actual. El problema que mueve …