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Foto del escritorAlfonso Abad Porras

GALLETAS DE HIERRO CONTRA LA ANEMIA

Una muy buena noticia a la que casi no se le hadado difusión y cuya utilidad puede considerarse inconmensurable en la medida en que sea bien administrada, como aparenta venirlo siendo hasta el momento, es la que nos proporcionó History Channel en Latinoamérica mediante su iniciativa “Una idea para cambiar la historia”, concurso que viene llevando a cabo de varios años al presente, en el área geográfica que su nombre determina.


En el evento del año 2019, el ingeniero agroindustrial Julio Garay Barrios ganó el primer lugar en la iniciativa, según informó Pronabec la que, a través de su cuenta de Twitter, saludó a este talento peruano con un ¡Arriba Perú! y destacó el hecho de que se trataba de uno de los beneficiarios del programa Beca 18. De padres agricultores, nació en la comunidad de Quimpitiriqui, ubicada en la provincia de Huanta, Ayacucho. En 2012 inició su carrera en Ingeniería Agroindustrial en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga; fue en su último año de estudios y como parte de su proyecto de tesis, que desarrolló la fórmula para las galletas contra la anemia.


A los 5 años padeció de anemia; dicha experiencia lo impulsó a desarrollar un producto altamente nutritivo y capaz de combatir esta enfermedad, que ataca a cuatro de cada diez niños; ya graduado, veinte años después, le dio un giro a la situación y creó las galletas que tienen como finalidad combatir este mal. El joven peruano participó el 2019 en el concurso “Una idea para cambiar la historia” de History Channel con su producto Nutri Hiero, actualmente denominado Nutri H. Con un total de 671.879 votos, Julio Garay Barrios obtuvo el primer puesto.


Para encontrar la fórmula de Nutri Hierro, pasó tres años en el laboratorio experimental de panificación de su facultad. Desechó más de 300 tipos de galletas que no funcionaron, pero no se rindió. Cuando por fin encontró la fórmula, que en presentación de galleta podría eliminar la anemia en el país, concluyó que la misma tiene 13 ingredientes, entre ellos, harina de trigo fortificada, lentejas, sangrecita, kiwicha, huevo y chía, todos altos en contenido de proteínas, minerales y vitamina C (para una mejor absorción).


La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que el nivel mínimo de hemoglobina en un niño es 11. Con apoyo del centro de salud, se desparasitó a los niños. Posteriormente, se les hizo consumir las galletas durante 30 días. Los resultados superaron las expectativas: los niños subieron su hemoglobina hasta 15. De los laboratorios de panificación, Julio Garay pasó a las gestiones burocráticas; tramitó el registro sanitario, el código de barras y tuvo que patentar su creación en Indecopi. Los resultados están registrados en una notaría que da fe de que son reales. Con todos los permisos legales comenzó a venderlas en los mercados; al principio las ponía en bolsitas de plástico con unas etiquetas que había diseñado.


La noticia de la galleta que combatía la anemia llamó la atención de laboratorios de Lima y algunos se atrevieron a analizarla; así, comprobaron que son las galletas con mayor cantidad de hierro en el mercado. La demanda comenzó a incrementarse. Garay empezó a contratar a sus compañeros de la universidad y, con el apoyo de la empresa privada, realizó un nuevo diseño y empaque para su producto.


Las galletas se distribuyen en locales autorizados en todo el país y forman parte de los planes contra la anemia infantil en casi una decena de instituciones públicas, entre las que destacan municipalidades distritales y gobiernos regionales. Debido a la alta demanda, el ingeniero peruano fundó la empresa Agroindustrias Garay EIRL. Actualmente sus productos se distribuyen en 24 regiones del Perú; cuenta con una planta industrial con capacidad para producir 10 000 bolsitas por hora: “Por ahora estamos produciendo 4000 galletas por día. El costo de una galleta debería ser S/ 2.00, pero lo estamos dando a S/ 1.00 a fin de que los niños que más lo necesiten puedan acceder a su compra”.


En la ceremonia de premiación realizada en la ciudad de México, las galletas Nutri H se impusieron a las novedosas iniciativas MiMulti (Chile), un guante para personas con discapacidad total o parcial de la mano, que ocupó el quinto lugar. Asimismo, a BiGo (Colombia), indicador LED controlado por los movimientos de la cabeza para prevenir accidentes, en el cuarto puesto; Thermy (México), un estudio complementario para la detección temprana del cáncer de seno, que llegó al tercer lugar; y Speakliz Vision (Ecuador), un apoyo para las personas con discapacidad visual, que alcanzó el segundo puesto.


“Me siento muy emocionado y feliz, ya que Nutri H es ante todo mi familia. Allí están mis padres, mi hermano, mis compañeros de universidad, mis amigos del barrio. La base de cada proyecto y el sostén de cada sacrificio que uno hace es la familia”, manifestó Garay. Con la distinción recibida en México, las galletas Nutri H de Julio Garay, que según pruebas realizadas en Ayacucho y Lima elevan el nivel de hemoglobina en la sangre de los niños que la consumen, en un plazo de 30 días, se han convertido en la tercera idea peruana en destacar en esta importante iniciativa.


En el 2017, el peruano Max Hidalgo Quinto ganó el primer lugar gracias a su proyecto Yawa, una turbina eólica para la generación de agua potable, que comprime el vapor en el aire para condensarlo hasta su punto de rocío y obtener agua en su estado líquido. A su turno, en el 2018, el peruano Hernán Asto ocupó el segundo lugar con Alinti o “Planta y sol” en quechua, un dispositivo híbrido colocado en una maceta de arcilla, dentro de la cual se habilitó una microcelda con microoorganismos que se alimentan de los residuos de la planta (benceno, amoníaco, formaldehído, xileno y dióxido de carbono). De esta manera se producen electrones libres, los cuales al pasar por los electrodos del conjunto generan electricidad. La maceta, además, está equipada por fuera con paneles solares.


“No estamos comercializando a las grandes cadenas porque nuestro objetivo es llegar a la gente que más lo necesita, a las zonas más alejadas, pero solos no podemos, para eso queremos aliarnos con las autoridades”, indicó Garay. Mientras el joven ingeniero ayacuchano va tocando las puertas de las autoridades regionales, dos países ya están interesados en su producto: Bolivia y Ecuador desean su galleta; si las negociaciones llegan a buen puerto, en un par de meses se estaría exportando las Nutri Hierro.


No se duerme en sus laureles. Garay está trabajando en otras dos galletas. Una es con DHA para la inteligencia, una galleta que estimula al cerebro. La otra es para veganos, que no contiene sangrecita, sino otro tipo de hierro, de origen vegetal. Junto con su hermano mayor Juan Carlos (28), que es ingeniero agrónomo, fortalecerán su proyecto. Ellos mismos sembrarán y cosecharán sus productos de manera orgánica para así elevar la calidad de sus galletas. Su chacra, donde producen cacao, será ampliada para producir otros productos.


Esta, es la historia de verdadero afán de servicio a los demás que, como producto y casi consecuencia de una situación difícil por la que pasan muchos de los niños de nuestro país y de países subdesarrollados como el nuestro, un joven profesional peruano ha concretado hasta el momento y, dada su juventud, podemos esperar aún muchos más logros de él; es de reconocer, que la aplicación de su “Idea para cambiar la historia” -según la iniciativa de History Channel-, además de beneficiar a un número indeterminado de niños que podrán evitar ese mal endémico por el que muchos debían transitar, la anemia, también debe sacar adelante la empresa creada, con lo que la actividad a que se dedica definitivamente le resulta también a él y a los suyos provechosa.


El Perú necesita mucho más jóvenes así: esta historia real, recopilada de internet, merece mucha difusión.


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