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Foto del escritorAlfonso Abad Porras

GAJES DEL OFICIO

Hace una buena cantidad de años, la revista Selecciones del Reader's Digest, estrenó una sección que rescataba hechos en cierto modo graciosos que ocurrían en el ejercicio de las labores que cualquier persona estuviera llevando a cabo, con el propósito de entretener a sus lectores. En esta oportunidad, me permito traer ese título al momento actual en nuestro país, no precisamente para entretener con algo gracioso, sino para poner al descubierto algunas intenciones o faltas no demasiado o no suficientemente escondidas, del ámbito de alguna manera público.


IRRESPETO

En día reciente, el lunes 20 de julio para ser exacto, el diario El Comercio publicó su acostumbrada caricatura en la página editorial de la fecha; en la misma, un individuo le decía a su interlocutor textualmente: “El vizcarrismo chavista leninista daba risa (cabe señalar, que para los peruanos de bien los calificativos chavista y leninista constituyen una ofensa que, generalmente se otorga a políticos muy inclinados hacia la izquierda). El vizcarrismo concuñadista sobrinista no tanto.


En Columna de Opinión anterior (El Comercio y las Clínicas – 02.07.2020) critiqué, lo más acremente que pude, pero en todo momento sin faltar el respeto a todas las personas o “periodistas” de quienes me ocupé: de más está decir que no me puedo poner a su nivel.


Como se puede apreciar, del primer párrafo anterior, el maltrato a la investidura que ostenta el señor Martín Vizcarra, persiste en El Comercio, a pesar de que ese periódico es considerado, de lejos, el primero del Perú. Lógicamente, el caricaturista se siente protegido por el Director Periodístico del diario o, quizá hizo su grotesca publicación para congraciarse o por indicación de aquél. No importa cómo se llame la persona; así como hoy se llama Martín Vizcarra, se podría llamar Alberto o Keiko Fujimori, Alan García o Juan Pérez pero, su condición de Presidente de la República obliga a que los peruanos lo respetemos y lo hagamos respetar: quienes no saben respetar a su Presidente de la República, no merecen llamarse peruanos.


Cualquiera que sea la razón, lo que se comete es una tropelía, una falta de respeto, un irrespeto, porque a quien se está ofendiendo no es a la persona del señor Martín Vizcarra, es al Presidente de la República del Perú, de todos los peruanos, de ellos también. Si no están de acuerdo con que lo sea, tienen que aceptar que la mayoría del electorado de un país democrático como el nuestro eligió, en el último proceso electoral general, a la fórmula presidencial en la que el actual Presidente era Primer Vice-Presidente, que tuvo que asumir la Presidencia de la República porque el Congreso, con su inmensa mayoría opositora al entonces mandatario, obligó (en la práctica) a renunciar al Primer Mandatario de entonces y los peruanos tuvimos que aceptar la decisión y esos hechos, estuviéramos de acuerdo o no.


Debo reconocer que en El Comercio, aún, se da algo de pluralidad, porque ha publicado un artículo del sociólogo y profesor de la Universidad de Lima, Javier Díaz Albertini, titulado “No extraño a Becerril ….”, en el que pone de manifiesto su opinión contraria a la actuación como parlamentarios de personas como el propio Héctor Becerril, Karina Beteta, Luis Galarreta, Yeni Vilcatoma, Mauricio Mulder, Carlos Tubino, Víctor Andrés García Belaunde, Pedro Olaechea, Moisés Mamani, Tamar Arimborgo y Julio Rosas, entiendo que por citar unos cuantos; es una forma de demostrar por qué, para él, el anterior fue el peor Congreso.


A pesar de eso, en la misma página denominada Opinión, aunque en día posterior, el mismo periódico publica otro artículo, esta vez del analista político Pedro Tenorio, resaltando una pequeña parte del escrito publicado, que dice: “aguardamos una ruta hacia la recuperación y el crecimiento, no promesas huecas”, dando a entender sibilinamente que toda la columna es una crítica adelantada a lo que pueda decir en su discurso de Fiestas Patrias el señor Vizcarra y la columna no lo hace así. Con ello, denota la línea actual anti-Vizcarra del diario: no tiene, para nada, en cuenta que nuestro actual Presidente y el Poder Ejecutivo en su conjunto, han tenido que afrontar una situación inédita para el Perú y, que ningún Gobierno anterior hizo nada para preparar y mejorar especialmente el aparato sanitario de nuestro país, que estas actuales autoridades tuvieron que hacer las cosas como mejor pudieron y con lo poco de que disponían, así como que hubo y hay, una parte de la población que, con su actitud de incumplir las disposiciones, conspira contra el país en su conjunto frente a la pandemia.


El Comercio publicó hace poco que, al interior de la empresa, se habían realizado elecciones de un nuevo Directorio, dando a conocer los nuevos nombres que estarán a cargo de la misma. Espero que, a pesar de tratarse de personas del mismo grupo adinerado, tengan mayor criterio y hagan cambiar ese error actual de la línea periodística del diario. Si, al hacerlo, cambian también a la persona que ostenta el cargo, considero que todos, el periódico y sus lectores, saldríamos beneficiados, porque el señor Juan José Garrido Koechlin no cambiaría, necesariamente, su actitud.


PEDIDO DE PARLAMENTARIO

En reciente entrevista para un medio de televisión, el congresista de Acción Popular por Huánuco, Wilmer Bajonero, se quejó de la falta de profesionales en su Región para poderla desarrollar explicando, de esa manera, la incapacidad propia de la misma para llevar un ritmo de crecimiento acorde con el que el país en su conjunto pudiera por su parte alcanzar.

De hecho, con esa queja el señor Bajonero expresa un malestar propio de quien compara la realidad de su circunscripción con las de otras del país, como si él recién estuviera en capacidad de ver lo que pasó por sus ojos desde que nació.


Por otro lado, es tan pobre la impresión que da al hacer esa declaración, que quien lo escucha tiene que pensar, con toda lógica, qué hace él en el Parlamento, si quienes lo eligieron seguramente esperan que haría algo por el desarrollo y la mejora de Huánuco. Asimismo, desde esa envidiable posición de parlamentario, debería procurar la dación de medidas tendientes a que los jóvenes se capaciten y desarrollen la calificación que obtengan para hacer crecer su lugar de origen: con una medida así, no sólo se contribuiría al desarrollo de Huánuco, sino de todas y cada una de las regiones del Perú.


¿Para qué cree el señor Bajonero que está en el Congreso?; ¿para votar disciplinadamente por medidas populistas, que pueden sumir al Perú en situaciones de bancarrota en un futuro próximo?; ¿para atacar a los miembros del Gobierno, cuando a alguno de sus correligionarios se le ocurra?; ¿para cobrar jugosos emolumentos por estar sentado en su casa participando en reuniones plenarias o de comisiones congresales, de modo virtual?......


Si nadie debería quejarse por cómo están las cosas aquí o allá, si a la vez no hace nada de su parte por remediarlo, él menos que nadie, porque está, precisamente, en el lugar donde no sólo se puede, sino que se debe hacer algo, para que no siga ocurriendo lo mismo.




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