ECONOMIA CIRCULAR

Según Wikipedia, Economía Circular (también denominada "Circularidad") es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar los materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido; de esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende. Tiene por objeto abordar desafíos globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la gestión de los desechos y la contaminación; se define en contraposición a la economía lineal tradicional.

Es una estrategia cuyo objetivo es disminuir el empleo de materiales vírgenes. Estos pueden ser productivamente utilizados una y otra vez, creando así un valor adicional; en la práctica, implica reducir los residuos al mínimo. Cuando un producto llega al final de su vida útil, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible. Estos pueden ser productivamente utilizados una y otra vez, creando así un valor adicional.

La Economía Circular constituye una alternativa al modelo lineal de «extraer, producir, consumir, desechar». Una economía circular convierte bienes que están al final de su vida útil en recursos para otros bienes, cerrando circuitos en ecosistemas industriales y minimizando residuos.

Uno de los motivos para avanzar hacia una economía circular es el aumento de la demanda de materias primas y la escasez de recursos. Varias materias primas cruciales son finitas, es decir tienen un límite de existencia y, como la población mundial crece, la demanda también aumenta; otra de las razones es la dependencia de algunos países por falta de existencias propias.

Otro factor importante para la aplicación de la economía circular, es el impacto de los procesos industriales de producción en el clima: la extracción y el uso de materias primas tienen importantes consecuencias medioambientes, aumenta el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono (CO2), mientras que un uso más inteligente de las materias primas puede reducir las emisiones contaminantes. Medidas como la prevención de residuos, el diseño ecológico y la reutilización podrían ahorrar dinero a las empresas mientras se reduce el total anual de emisiones de gases de efecto invernadero. Actualmente, la producción de los materiales que usamos diariamente, es responsable del 45% de las emisiones de CO2.

Nota explicativa.- La acción del hombre está provocando un aumento de la temperatura global; por esa razón, el efecto invernadero ha pasado de ser nuestro gran aliado a ser un riesgo para nuestra supervivencia: la inundación de ciudades costeras, la desertificación de zonas fértiles, el deshielo de masas glaciares y la proliferación de huracanes devastadores, son sólo algunas de sus principales consecuencias. Los Gases de Efecto Invernadero (GEI), son aquellos que se acumulan en la atmósfera terrestre y son capaces de absorber la radiación infrarroja del Sol; como consecuencia, retienen y aumentan el calor en la atmósfera. Esto es lo que se conoce como el Efecto Invernadero (principalmente, este tipo de gases, son: metano, dióxido de carbono, óxido nitroso, clorofluorocarbonos, hidrofluorocarbonos y hexafloruro de azufre).

Avanzar hacia una economía circular, podría generar beneficios como reducir la presión sobre el medioambiente, mejorar la seguridad del suministro de materias primas, estimular la competitividad, la innovación, el crecimiento económico.

El modelo económico lineal, vigente hoy en día, consistente en «tomar, hacer, desechar», que confía en la disposición de grandes cantidades baratas y fácilmente accesibles de materiales y energía, además de medios baratos para deshacerse de lo que ya no interesa que ha estado en el corazón del desarrollo industrial y ha generado un nivel de crecimiento sin precedentes, está alcanzando sus límites físicos; tal modelo no es sostenible Una economía circular es una alternativa atractiva y viable que en el ámbito empresarial ya se ha empezado a explorar.

La economía circular es una solución a la escasez de recursos: disminuye la generación de residuos y la dependencia de recursos naturales y energéticos, reduciendo hasta en un 70% las emisiones de CO2 asociadas a su producción y descarte; avanzar hacia una economía circular, podría generar beneficios como reducir la presión sobre el medioambiente, mejorar la seguridad del suministro de materias primas, estimular la competitividad, la innovación y el crecimiento económico Simultáneamente, la economía circular tiene como principales desventajas la falta de conocimiento sobre temas de sostenibilidad, responsabilidad social corporativa y la aversión al riesgo, junto a los desafíos tecnológicos que supondría cambiar y rediseñar productos y sistemas, tanto de producción como de restauración.

Respaldado por una transición a fuentes renovables de energía, el modelo circular crea capital económico, natural y social y se basa en tres principios:

- Eliminar residuos y contaminación desde el diseño.

- Mantener productos y materiales en uso.

- Regenerar sistemas naturales.

La industria peruana camina hacia una economía circular, donde toda materia prima, después de cumplir su ciclo de producción, uso y disposición, se reincorpora al proceso productivo, sostuvo la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), en agosto de 2022. Asimismo, en setiembre del mismo año, se declaró oficialmente que “El Gobierno peruano avanza sostenidamente hacia la implementación de la economía circular en el país, modelo de producción y consumo que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo y en equilibrio con el ambiente”. “Nos hemos puesto el compromiso de lanzar el plan con una base sólida de conocimiento científico y tecnológico, por lo que impulsaremos la sinergia multisectorial en Economía Circular consolidando el sustento a los avances y experiencias en Economía Circular en el Perú”, se destacó.

También se ha informado que “La economía circular es un nuevo modelo de gestión en el Perú y, para PRODUCE, representa un tema prioritario dentro de sus ejes de trabajo, por lo que viene diseñando políticas y ejecutando programas y proyectos que tienen como objetivo incrementar la competitividad y productividad de la industria”.

La economía circular es una propuesta inteligente en la definición y diseño de la estrategia empresarial contemporánea a nivel mundial, generando rentabilidad, crecimiento responsable y ambientalmente sostenible para todos los interesados. Además, es central para la transición hacia la utilización de energías renovables y es innovadora en el desarrollo y aplicación de nuevos modelos de negocio. Para su implementación se requiere un cambio de mentalidad: crear nuevas capacidades profesionales, definir un marco normativo, rediseñar procesos, entre otros.

La economía lineal está proyectada para ser un modelo de consumo rápido; o, dicho de otro modo, un modelo de usar y desechar, que genera una gran cantidad de desperdicios. La economía circular intenta reducir al máximo los desechos, manteniéndolos en el ciclo productivo la mayor cantidad de tiempo posible.

En el mundo, países o conglomerado de los mismos, como la Unión Europea, Estados Unidos, China, Japón y algunos otros, están dedicando muchos esfuerzos a la utilización de la economía circular en sus procesos de producción. Sin embargo, dado que a esta modalidad recién se le dio importancia a partir de la década de los 80ʽs, no es de suponer que exista un gran avance al respecto, por lo que nuestro país podría buscar una ubicación a la vanguardia en esta modalidad de producción, con el propósito de no mantenerse siempre relegado y, a la vez, ir intentando una mejor ubicación en el concierto mundial de naciones, con la aplicación y desarrollo de nuevas e impensadas tendencias.

Si bien el Perú es un país pleno de riquezas naturales, no se puede soslayar que las mismas son finitas, es decir, más tarde o más temprano se han de agotar; además, si la economía circular se genera, también, para ahorrar costos en materiales y en energía, cuando la nueva tendencia tenga niveles comerciales de alcance mundial, nuestros productos manufacturados de acuerdo a los criterios de la economía lineal simplemente no podrán competir con los generados por los de la economía circular. Sin necesidad de abundar en otros argumentos que se desprenden de los criterios expuestos en la presente Columna de Opinión, cae por su propio peso la necesidad de adaptarnos al cambio propuesto de economía lineal a economía circular de manera urgente. Para este fin, las autoridades tienen que reorientar la vocación emprendedora de nuestros ciudadanos, con especial énfasis en el reciclaje, que se muestra como la espina dorsal de esta concepción.

Mientras tanto, la llamada Industria sin Chimeneas, el Turismo, está esperando una mucho mayor dedicación de nuestras autoridades, ejecutivas y legislativas, para convertirse, muy probablemente, en la primera y mayor fuente de ingresos nacional.