A pesar de que la radio existe públicamente desde hacen 99 años, sólo en 2013, la Unesco declaró el 13 de febrero de cada año como Día Mundial de la Radio. La fecha, fue designada porque conmemora el día de la creación de la radio de las Naciones Unidas (en 1946).
A lo largo de casi un siglo de existencia, la radio ha demostrado tener acceso a la mayor audiencia que medio de difusión alguno pueda aspirar, así como llegar a los lugares más recónditos del planeta en que vivimos. Para medir su impacto, basta con traer a la memoria la noticia de la histeria colectiva que ocasionó en Nueva York, Estados Unidos, la adaptación radial que hizo el entonces joven Orson Welles del libro La Guerra de los Mundos, según la cual se estaba produciendo una invasión marciana a nuestro planeta, lo que narró el al momento locutor radial y tuvo como consecuencia que miles de personas salieran a las calles, despavoridas.
En el Perú, la trascendencia de la radio se ha puesto de manifiesto en diferentes oportunidades, por su capacidad de llegar a donde ningún otro medio puede hacerlo, siendo el que siempre da a conocer en primera instancia la ocurrencia de hechos de la mayor importancia para el país, desde los eventos políticos hasta los deportivos.
Quiero citar aquí, una participación de la radio en la vida de los limeños, en momentos aciagos en que el terrorismo nos sumía en tinieblas con alguna frecuencia. El ciudadano chileno Miguel Humberto Aguirre, afincado en el Perú desde hacen muchos años, a la sazón locutor de Radioprogramas del Perú (no sé si aún seguirá prestando sus servicios a esa prestigiosa estación radial), asumió la conducción de un programa especial cuya única finalidad era proporcionar tranquilidad a los radioescuchas, brindándonos la calma y sosiego que necesitábamos, cuando imaginábamos que el terrorismo se nos venía encima. Estoy seguro que la actitud de este señor salvó muchas necesidades apremiantes y, quizás, hasta riesgos de muerte de muchos peruanos en general y limeños en particular. Mi sincero homenaje y agradecimiento al señor Miguel Humberto Aguirre por todo lo que hizo por nosotros en aquellos momentos, de los más difíciles que nos ha tocado vivir colectivamente a los habitantes de la Capital, de un país que no es el suyo.
En el Perú, hemos tenido y tenemos una gran variedad de estaciones de radio, tanto a nivel nacional como a nivel local. En su inmensa mayoría, se dedican actual y principalmente a propalar programas de música variada, aunque por lo general se identifican con un tipo de música dentro de la gama que puede ofrecer la música popular, también hay una estación, Filarmonía, que se dedica a la música culta. Además, existen algunas emisoras, entre las que destaca Radioprogramas del Perú, dedicadas a la transmisión de noticias durante las 24 horas del día siendo, de lejos, esta última la más escuchada a nivel nacional, no sólo por su mayor alcance, sino y especialmente por su seriedad.
Ultimamente, se viene hablando de que la tecnología estaría a punto de desplazar a la radio, mediante la introducción de los podcasts, cuya razón de ser sería especialmente esa: desplazar a la radio de su privilegiado lugar en la preferencia popular. Sin embargo, algunos especialistas en el tema, como el español Francisco Izuzquiza (mencionado en una reciente publicación sobre el tema por el diario El Comercio), consideran que “no existe sino una competencia entre ambos medios para llenar los espacios de escucha u ocio de potenciales seguidores.
La esencia de la radio, como afirma el columnista Mario Gutiérrez en un artículo que publica en dichas páginas El Comercio, está constituida por el sonido, la palabra y la música, de lo que no se puede desligar la especie humana, motivo por el que, al estar vinculados la radio y los seres humanos por algo que les es inherente a ambos, mal se podría especular sobre la posible desaparición de la primera.
Sí es presumible que, frente a los cambios tecnológicos, la radio se adapte a ellos y se produzcan modificaciones en las transmisiones radiales, sin que ello implique el cambio de su esencia y/o su razón de ser. Dado a que estamos ad portas de que la radio cumpla su primer siglo de existencia al servicio de la humanidad, podemos esperar que, dentro de ya menos de un año, se den a conocer cambios importantes en la radiotelefonía, a nivel mundial y, cómo no, también a nivel nacional.
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