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Foto del escritorAlfonso Abad Porras

DEPORTE COMPETITIVO

Hace poco, con motivo de haber dedicado mi Columna de Opinión a nuestras deportistas femeninas y sus éxitos, una asidua lectora de mis publicaciones hizo una sugerencia dentro de los comentarios que le motivó dicha publicación: la entidad que congrega a todas las federaciones deportivas, debiera ser privada. Dichos comentario y sugerencia se originaron en el reclamo implícito en la referida Columna de Opinión: El Estado no se preocupa por desarrollar el Deporte.


Sin embargo, existe una entidad que reúne a todas las federaciones deportivas, que es el Instituto Peruano del Deporte, que tiene como sus Objetivos Estratégicos Institucionales (OEI), los siguientes:

OEI 01. Incrementar la masificación deportiva en la sociedad peruana.

OEI 02. Mejorar el nivel del deporte peruano en los eventos competitivos a favor de los deportistas.

OEI 03. Asegurar instalaciones deportivas adecuadas para la práctica de actividades físicas, deportivas y recreativas de la población.

OEI 04. Fortalecer la Gestión Institucional.

OEI 05. Implementar la Gestión de Riesgo de Desastres.


El Instituto Peruano del Deporte (IPD), es una entidad adscrita al Ministerio de Educación.


Estos Objetivos Estratégicos Institucionales definen los resultados que el IPD espera lograr en las condiciones de vida de la población a la que atiende y en sus características internas, en cumplimiento de sus funciones sustantivas y sus funciones de administración interna, definidas en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo.


En su web de presentación, el IPD dice: ”Mejoramos la calidad de vida de la sociedad peruana al promover, organizar y facilitar el desarrollo del deporte competitivo y recreativo como herramienta de cambio social, con una gestión comprometida con excelencia y mejora continua”; y, enuncia como su Misión: “Rectoría del Sistema Deportivo Nacional, para la mejora de la calidad de vida de la sociedad peruana, promoviendo, articulando y facilitando el desarrollo del deporte competitivo y recreativo como herramienta de cambio social, con una gestión comprometida con excelencia y mejora continua".


Como los peruanos en general podemos dar fe, estas expresiones constituyen lo que criollamente llamamos en el Perú, un “saludo a la bandera”, porque prácticamente nada de esto se hace: si se trata del deporte profesional, todo lo hacen quienes así lo practican, sea porque forman asociaciones o clubes deportivos para explotar sus habilidades como medio de vida o, individualmente; siempre, “por su cuenta”. Si, en cambio, se trata de la práctica de algún deporte en condición de aficionado(a) o amateur, la ayuda -en caso que se dé- es muy escasa para lo que se requiere y en comparación con los montos que destinan la mayoría de los demás países a este fin.


Estamos cansados de ver en los medios de difusión cómo se quejan nuestros deportistas por no recibir apoyo alguno de la federación correspondiente al deporte que practica, cuando se encuentran frente a la posibilidad de participar en competencias internacionales y no disponen de recursos siquiera para desplazarse hasta los lugares donde se llevarán a cabo los eventos. Es cierto que a deportistas que han destacado en competencias previas sí los apoyan pecuniariamente -aunque habría que ver si de manera suficiente-; sin embargo, lo normal en nuestro país es que estos últimos sean deportistas que hubieron de abrirse camino inicialmente por su cuenta.


Lo que se requiere, es que esos rimbombantes “Objetivos Estratégicos Institucionales, Presentación y Misión” del IPD, se cumplan literalmente, no que figuren solamente en papeles. Lamentablemente, el Perú y los peruanos somos testigos, muy a nuestro pesar, de que todo aquello que hacen nuestras autoridades -las que sean, independientemente de su color político, su doctrina, etc.-, nunca alcanza sus fines; porque, aparte de los vaivenes políticos, se agrega la corrupción en su accionar.


Honestamente, creo que las manos privadas harían mucho mejor las cosas; pero, a esos empresarios -porque sus intervenciones en lo que fuera, en este caso el deporte, forzosamente deberían tener carácter o modalidad empresarial- habría que ponerlos frente a situaciones que conlleven el atractivo del negocio. ¿Cómo?, eso tendría que definirlo el Estado. Deberían dictarse medidas legales que permitan tomar las actividades deportivas como empresas, con lo que en estas líneas estoy proponiendo, aunque no me mueve ninguna segunda intención, que todo tipo de deporte se practique de manera profesional: no sé si se podría diseñar una forma para que quienes favorezcan la actividad deportiva de la manera que se requiere -cualquiera que sea la misma- encuentren un atractivo económico en dedicar esfuerzos a ese tipo de objetivos; sí estoy seguro, en cambio, de que el Estado, por medio de dirigentes tan faltos de vocación e interés, poco o nada seguirán haciendo.


El Perú necesita que su juventud encuentre verdadera motivación por practicar deporte, no interesa cuál, pero sí que la impulse a practicarlo. La única o mayor motivación real, a mi entender, es la competencia, son los triunfos. Sólo por algo tan grande como formar parte de deportes competitivos, la orientación negativa que actualmente experimenta la actitud de nuestros jóvenes, cambiará para bien de ellos mismos y del Perú en su conjunto.


No quiero cerrar esta Columna de Opinión sin rendir homenaje a nuestro deportista Diego Elías, por figurar desde el 17 de abril último en el primer lugar en el mundo de la práctica del Squash, deporte poco difundido en el Perú, pero en el que ha destacado hasta colocarse en la cúspide del mismo, con la ayuda exclusiva de su señor padre, Juan Manuel Elías su entrenador, quien a su vez fue campeón nacional del mismo deporte por 20 años consecutivos. De acuerdo a publicaciones periodísticas, nuestra primera raqueta de squash se mantendrá en esa ubicación, como mínimo por tres semanas consecutivas, aparte o independientemente de resultados competitivos que pudieran darse en ese lapso.


Diego Elías, a sus 26 años cumplidos, ha sido dos veces Campeón Mundial Junior de Squash -años 2014 y 2015- y, medalla de oro en los Juegos Panamericanos 2019 de Lima. Es, pues, toda una estrella en el firmamento deportivo de nuestro país, esperándose y deseando que su próxima participación en el campeonato mundial de este deporte a efectuarse entre el 3 y el 11 de mayo, en la ciudad de Chicago -USA, así como el Campeonato de Masters en Gibraltar, entre el 12 y el 14 de mayo, en los que se estima participará, no hagan sino ratificar su calidad y pasta de campeón.




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