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Foto del escritorAlfonso Abad Porras

Concurso de Ensayos de El Comercio EDUCACION

1. INTRODUCCION

Hacia fines del año 2013, se difundió que el Perú había sido calificado en el puesto N° 65 de 65 países en la Evaluación Internacional de Estudiantes PISA (por sus siglas en inglés).

Este resultado que, por lo demás, no es nuevo para la mayoría de los peruanos, no hace sino poner, una vez más sobre el tapete de la actualidad, la urgente necesidad de reformar el sistema de educación nacional desde sus raíces, enfocando el intento al nivel escolar, como punto de partida.

El presente Ensayo pretende brindar un aporte para que dicha reforma sea no solo viable, sino también y por sobre todo útil y provechosa para toda la comunidad educativa del país y, consiguientemente, para su desarrollo como un todo, entendiendo como comunidad educativa al conjunto de autoridades, docentes, educandos y personal administrativo que la conforman.


2. SITUACION ACTUAL

Para llegar a proponer una solución a mediano plazo de la educación en el Perú, evidentemente es de la mayor importancia analizar las características actuales de la misma, en cada uno de sus aspectos principales.

2.1. Autoridades

El Organigrama del Ministerio de Educación (Minedu) muestra una frondosa organización con una muy amplia gama de Direcciones de cuya necesidad seguramente deben haber muchas y muy buenas razones, pero de cuyos resultados la evaluación PISA demuestra su absoluta ineficacia, por decirlo de alguna manera realista: no de otro modo se puede calificar el hecho de que se destine ingentes cantidades de recursos de todo tipo, desde los de personal de diferentes niveles, hasta los financieros, pasando por la infraestructura necesaria y correspondiente, a dicha organización; la logística que la misma tiene que requerir y el equipamiento a que debe haber lugar.


Además, resulta evidente, del mismo organigrama, así como del general conocimiento de la forma en que funciona la administración pública en el Perú, que la educación se maneja centralizadamente y, las más de las veces, desde los escritorios de los funcionarios que ocupan esos cargos directrices, a pesar de las muchas ocasiones que se han divulgado intentos por descentralizarla poniéndola, por ejemplo, a cargo de las municipalidades a nivel país. En cuanto a la relación de la sede central del ministerio con las Regiones del país, dentro del frondoso árbol burocrático que se muestra como tal, solo se aprecia, dentro del Vice-Ministerio de Gestión Institucional, una Oficina de Coordinación Regional que, a su vez, cuenta con una Unidad de Coordinación Regional.

Partiendo del criterio de que los resultados de todo acto, cometido o proyecto, son función de quienes lo dirigen, la baja calidad actual de la enseñanza que se imparte a los educandos, no es en absoluto responsabilidad únicamente de quienes se dedican a la labor docente; muy por el contrario, es atribuible al sistema educativo del que “hacemos gala”, porque no ofrece a los alumnos que egresan de estudios escolares con ánimo y capacidad para alcanzar un título profesional, una carrera atractiva y de alto reconocimiento. Según el Informe McKinsey que data del año 2007, el nivel educativo de un país depende de la formación, motivación y aprendizaje permanente del profesorado; dicho informe, llega a tres importantes conclusiones: “conseguir buenos profesores depende de cómo se los selecciona y se los forma; la docencia puede ser una opción atractiva para los mejores graduados universitarios sin necesidad de pagar una fortuna; y, que hay remedio para las escuelas y los alumnos que se quedan rezagados, si se aplican las medidas adecuadas”.


2.2 Docentes

Antiguamente, las pocas universidades nacionales que existían, se podían jactar de que contaban con catedráticos provenientes de países extranjeros, normalmente de lo que hoy llamamos Primer Mundo; o, por lo menos, de países europeos, donde se encuentra el mayor número de universidades de mucha antigüedad y experiencia: esto, se debía a que los ingresos que a ese nivel ofrecían las universidades peruanas, eran lo suficientemente atractivos como para captar verdaderos maestros en sus respectivas áreas de conocimiento. En las aulas escolares, si bien el nivel de sueldos para los docentes no alcanzaba a satisfacer las necesidades de gente de clase media, como normalmente era la que se dedicaba a la docencia, el haber mensual que recibían permitía, por ejemplo, vestirse con saco y corbata al profesorado de sexo masculino, así como al personal administrativo del mismo género; las damas profesoras y administrativas, siempre han tratado de lucir lo mejor posible, algo que pudieron lograr antes más que ahora, lo que es atribuible a su feminidad, pero que nunca cubre el bajo poder adquisitivo de este personal ante la inquisitiva mirada de sus propias congéneres. Hoy, el personal docente, especialmente el masculino de los colegios de educación pública, deja mucho que desear en su vestimenta.

Dicho lo anterior a manera de ejemplo, la mayoría de docentes, hombres y mujeres, demuestran serias carencias en la formación de que hacen gala para ejercer la docencia: lo primero que salta a la vista, es la escasa o ninguna identificación del profesorado actual con su cometido. Naturalmente, esto no es sino un aspecto negativo que, aunque muy importante, no necesariamente implicaría falta de preparación para ejercer la docencia; las pruebas de conocimientos que se les aplica de unos años a esta parte, la demuestran y, sin pretender entrar en discusiones hasta cierto punto bizantinas, la entidad que los agrupa, el SUTEP, atacó desde su inicio, con toda su capacidad de lucha, la llamada “meritocracia” que se trató de aplicar hace pocos años, junto con las mencionadas pruebas de conocimientos.

Mientras que en los años 1950 a 1980 los centros de estudios superiores que ofrecían la posibilidad de formación profesional en educación eran bastante escasos a nivel país, actualmente existe un número significativo de facultades de educación e institutos pedagógicos en las universidades y centros superiores dedicados a ella. Sin embargo, por lo menos los docentes que se dedican a impartir educación en los colegios públicos del país, dejan mucho que desear en cuanto a su formación, tanto por los resultados de evaluaciones internacionales como PISA, como por las pruebas de conocimientos que se aplica a dichos docentes de escuelas públicas en forma anual, de un tiempo cercano a esta parte. Peor, aún, si tomamos nota de que los exámenes mencionados se aplicaron inicialmente (año 2007) dentro del marco de la Ley de la Carrera Pública Magisterial, cuyo objetivo principal era la incorporación voluntaria de docentes mediante el concepto de meritocracia; esto, fue modificado por la Ley de la Reforma Magisterial dada por el gobierno actual, en la que se descarta la incorporación voluntaria de docentes y se deja de lado dicha meritocracia.


Con motivo de la aplicación de la Prueba de Evaluación para cubrir Plazas de Docentes, que forma parte del Marco del Buen Desempeño Docente del Ministerio de Educación, el diario El Comercio publicó el miércoles 5 de febrero de este año, en su Sección Punto de Vista, un artículo firmado por Idel Vexler, ex viceministro de Gestión Pedagógica durante parte del segundo gobierno de Alan García, titulado Hay un grave retroceso, cuyo texto pone de manifiesto, por sí mismo, la decadente situación en que se encuentra la docencia para impartir educación en el Perú. Por considerarlo de interés, lo reproduzco a continuación:


“Hay problemas de varias décadas que demuestran la debilidad de la formación profesional docente del Perú. En primer lugar, en los institutos pedagógicos y las facultades de educación no puede ser que los alumnos sean generalmente jóvenes que no pueden ingresar a otras carreras y ven la educación como última alternativa.


Segundo, no hay una sostenida política magisterial de rigurosidad académica. Entre el 2007 y el 2011 se hizo un esfuerzo para que ingresaran con una nota mínima de 14. Sin embargo, en este gobierno se volvió a lo anterior, donde hay una gran cantidad de postulantes y logran ingresar los que desaprueban.


Tercero, falta una política magisterial meritocrática. Creo que hay que terminar con los concursos de contrato. Se debe retomar los concursos de nombramiento para que los docentes ingresen a la carrera pública y, adentro, sean materia de capacitaciones, reconocimientos de méritos y ascensos. Si tienen un desempeño deficiente a pesar de las oportunidades, debe existir la posibilidad de que no sigan en la carrera.

Yo no sé si el actual sistema pueda garantizar la calidad de la evaluación docente, lo que sí puedo decir es que no se debe ver solo el rendimiento, sino la confiabilidad de los instrumentos de evaluación que se utilizan.”

Es de resaltar que, actualmente, se aplica una política de descentralización educativa que permite, por ejemplo, a cada región evaluar la capacidad, formación y experiencia de los docentes a contratar año a año. Si bien esta modalidad tiene como objetivo que los profesores califiquen de acuerdo a la realidad de cada región, en la práctica se corre el riesgo real de que las pruebas de evaluación sean tan disímiles, que un calificativo muy bajo obtenido por un docente en una región demuestre equivocadamente que su calidad para enseñar a escolares está muy por debajo de la de un segundo docente que haya obtenido un calificativo de excelencia en otra región, porque las pruebas a que ambos han sido sometidos son muy exigentes en el primer caso y, demasiado blandas en el segundo; esto, se debe a que no hay uniformidad de criterios entre las regiones para aplicar dichas pruebas de evaluación.

Si bien en las líneas precedentes estoy aludiendo a aspectos negativos de la instrucción pública a nivel escolar, en el caso específico de los docentes, justo es mencionar algunos casos positivos aislados, que también se dan, aunque no necesariamente en colegios del Estado o regidos por el Estado, pero que pueden servir para demostrar que se pueden hacer mucho mejor las cosas en este campo con esfuerzos similares.

Cabe mencionar, entre los docentes, a los directores de colegio, dado que estos son seleccionados normalmente de aquellos: no se concibe un director de colegio que no haya sido antes docente, un administrador que no sepa, primero que nada, conducir un aula escolar. Partiendo de este criterio, el siguiente a aceptar es el que cada director debe seleccionar y aceptar a su cuerpo docente (lo que se aplica, por ejemplo, en el convenio entre Fe y Alegría con la administración de algunos colegios públicos); la realidad nos dice que este criterio no se considera usualmente en forma literal o, que los directores no saben elegir a su personal docente, con excepciones como las de los colegios Fe y Alegría (el colegio Fe y Alegría 58 de Jicamarca, ha sido primero en rendimiento de escuelas públicas por varios períodos). De alguna manera, estos resultados de gestión académica demuestran que la labor desarrollada en equipo, con un director que es a la vez el líder del mismo, forma parte de la solución integral a aplicar.


Evidentemente, dentro de la situación actual de la enseñanza escolar, cabe también citar, como ejemplo a seguir o a tener en cuenta por sus resultados, el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), aplicadas especial y quizá únicamente por el grupo de colegios Innova, que imparte educación de buena calidad a costos comparables con los utilizados en el sector público de enseñanza escolar.


De acuerdo al Decano de la Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico, Gustavo Yamada, en artículo titulado Innovaciones en Educación (diario El Comercio del 5 de febrero 2014), “Resaltan tres estrategias: la estandarización de calidad de todas las clases, a través de la preparación de clases modelo consultadas por todos los profesores en la red de escuelas; las sesiones de tutoría personal con programas educativos de refuerzo, para que cada alumno pueda avanzar a su propio ritmo; y el acompañamiento semanal a docentes en el aula, para identificar estrategias de mejora en la enseñanza”.


En diversas regiones del Perú viene aplicándose con éxito, a nivel de los colegios estatales de las mismas, el método de enseñanza con acompañamiento pedagógico, con resultados altamente satisfactorios, en los que se ha colocado la Región Moquegua a la vanguardia de los mismos por espacio de algunos años (desde el 2011), hasta el momento.


Otro caso digno de mención, es el que se da en el distrito de Ventanilla, en el que, desde el año 2008, se viene aplicando una iniciativa municipal para gestionar la educación inicialmente en calidad de proyecto piloto, consistente en el plan guía denominado Escuelas Felices e Inteligentes (EFI), el mismo que comenzó en siete colegios y con niños de los primeros años, para abarcar a 8262 alumnos de inicial, primaria y secundaria a setiembre del 2013. A esa fecha, el programa EFI ya contaba con logros espectaculares: los alumnos incrementaron su aprendizaje en 70%; la comprensión de textos más que se duplicó, al pasar de 21.9% a 45.7%, asimismo, la lógica matemática pasó de 12.9% a 29.8%. El plan aplicado, cuenta con cinco componentes muy importantes: aprendizaje de calidad; participación; salud, nutrición y buen trato; gestión eficiente; y, equipamiento e infraestructura. Entre sus logros, además, se han superado problemas de anemia y el entorno de violencia que muchos alumnos debían padecer. Este plan, diseñado por Unicef, tiene como eje fundamental la autoevaluación que deben hacer los profesores de su trabajo, para cuyo fin, entre otras cosas, se reúnen trimestralmente (por colegios) para analizar los avances, identificar los errores cometidos y planificar mejoras.


2.3 Educandos

Es muy común escuchar que los alumnos escolares son “el futuro de la Patria”. Aceptando esta expresión como una verdad, debemos reconocer que es muy poco lo que hacemos por ellos, muy en especial en el tema educativo: permitimos que sus maestros sean profesionales de muy baja calidad, en general; ponemos a disposición de su formación escolar infraestructura, equipamiento y bibliografía de consulta con muchas deficiencias en la mayoría de los locales escolares, especialmente los que se encuentran ubicados fuera del ámbito urbano y los que lo hacen en los distritos del cinturón urbano de las principales ciudades del país; no adecuamos su formación a las necesidades más urgentes del medio del que son naturales; no contribuimos a facilitar la enseñanza a los alumnos que tienen dificultades para recibirla, muy especialmente los que viven en el ámbito rural y, por tanto, alejados de los escasos centros de enseñanza, así como aquellos que tienen que trabajar el campo en vez de dedicarse a una tarea “inútil” como es la formación escolar, según sus progenitores varones, generalmente; esto último, también sucede con los niños y adolescentes que viven en los distritos urbanos más pobres, porque muchos de ellos provienen de hogares en los que generalmente solo hay madre (la gran mayoría de casos) o padre o, que la situación económica de la pareja paterna sea tan pobre, que no puedan cubrir los gastos de poner a sus hijos en un colegio, a pesar de que la educación que se les pueda impartir sea pública o “gratuita”. Por consiguiente, lo que podemos esperar de esa semilla mal sembrada y mal producida, es un fruto de muy baja calidad, si es que el fruto llega a darse, porque muchos de esos educandos no culminan su formación escolar.

Los alumnos de educación primaria y secundaria de los diferentes colegios estatales se caracterizan por provenir de familias de los niveles socioeconómicos C en gran parte y D; los padres de familia de clase media hacia arriba y, los que se esfuerzan por progresar y salir del nivel C, matriculan a sus hijos en colegios particulares, tanto por considerar que la enseñanza en los estatales es muy deficiente, como por evitar las “malas juntas” que los mismos podrían tener en los establecimientos escolares del Estado.

Lamentablemente, en los colegios del Estado son matriculados los hijos de familias con los mayores problemas en cuanto a las posibilidades que tienen los padres de familia de acceder a colegios particulares los que, por otro lado, ven más la educación como una inversión, un negocio, del cual pueden y logran obtener pingües ganancias. Son, en su gran mayoría, hijos de familias con problemas de toda índole, que los vuelven duros, fríos y casi siempre mal intencionados, “cualidades” que se “enseñan” mutuamente, por lo que las más de las veces el producto educando que sale de estos centros de estudios es de muy baja calidad, visto desde su condición humana y falto de conocimientos y calidad de los que poseen al egresar de las aulas escolares, si es que llegan a hacerlo.

Esto, no sucedía en la primera mitad del siglo XX y comienzos de la segunda: por citar un ejemplo personal, puedo referir, sin temor a una falsa vergüenza que, con motivo de la elección presidencial del candidato Alberto Fujimori, a pedido de él nos reunimos una gran mayoría de compañeros de promoción de él, en el Colegio Nacional Alfonso Ugarte, año 1956; si bien el objetivo principal de esas reuniones era ponernos a disposición del recién elegido Presidente de la República, hubimos de identificarnos entre todos y uno de mis antiguos condiscípulos dijo algo que hube de reconocer como meritorio: que prácticamente el 80% de la promoción tenía título profesional, lo que con toda seguridad enorgullecería a quienes fueron nuestros profesores en dicho colegio. Actualmente, un porcentaje tan elevado de profesionales logrados a partir de una promoción de cualquier colegio del Estado, sería impensable.

2.4 Personal administrativo

Si se hace referencia al personal administrativo que desarrolla su labor al interior de un centro de enseñanza, como término medio nunca demostró aspiraciones a alcanzar altos niveles de desarrollo; actualmente, esto es mucho más evidente, porque el estándar general del personal que trabaja al interior de los colegios, profesores y administrativos, ha venido a menos de un tiempo a esta parte y, si bien como seres humanos es de aceptar que hay una tendencia general a no sentir satisfacción con el statu quo, uno de los ámbitos donde menos se demuestra esto, es en el personal administrativo de los colegios. Por el contrario, se pone de manifiesto un “dejarse estar” que resulta demasiado negativo de solo percibirlo.

Este personal es el apoyo necesario a los profesores en todo colegio, para la ejecución de labores de carácter administrativo, que los docentes simplemente no están preparados ni deben dedicarse a realizarlos. Sin embargo, si este personal está desmotivado, como efectivamente sucede, el apoyo que debe brindar al personal docente del centro de estudios donde ambos trabajan no solo se convierte en negativo, sino que, también, contribuye a la desmotivación de los docentes a quienes debe apoyar. Asimismo, al desarrollar su actividad en forma displicente y de baja calidad, contribuye a los brotes de indisciplina típicos en centros estudiantiles, en los que los alumnos están prestos a aprovecharlos para desatar su energía contenida.

2.5 Metodología de enseñanza

De manera clásica en la enseñanza escolar peruana, el método que se sigue es memorístico por excelencia, siendo su alcance cada vez mayor, al extremo de que los alumnos de los primeros años de educación primaria deben actualmente memorizar demasiado para su corta edad: se les exige, por ejemplo, que sepan cuántos huesos tiene el cuerpo humano; que sepan quiénes fueron los pintores clásicos del Renacimiento o los genios musicales que han existido; en matemáticas, aritmética, para ser más preciso, que sepan multiplicar. Todo lo anterior, desde el primer grado de Primaria. De esta realidad, no escapan la mayoría de colegios privados.


Mucho se puede decir de las deficiencias reales de que adolece la educación escolar en temas tales como: la falta de cursos complementarios emblemáticos, como Educación Cívica, Educación Física, Instrucción Pre-Militar; la falta de adecuación a la zona de enseñanza; la necesidad de formación escolar práctica, por ausencia de las antiguas opciones industrial y comercial; la evidente falta de valores en la población de un tiempo a esta parte, por falta de que estos le sean impartidos desde su etapa escolar; hasta la falta de enseñanza de un método de caligrafía adecuado (antes, era el Pamer): la inmensa mayoría de educandos adolece de muy mala letra.


2.6 Retribución económica

Junto con los servidores del sector Salud y los del sector Interior, los del sector Educación son los peor pagados en nuestro país a pesar, en este caso, de que tienen la responsabilidad de formar a los ciudadanos del futuro, de que la forma en que lo hagan producirá consecuentemente mejores o peores gobernantes, padres de la patria o responsables del cumplimiento de las disposiciones legales.


Nunca, en toda su historia republicana, por lo menos, el Perú se caracterizó por pagar buenos sueldos a los profesores y responsables del aparato educativo nacional: probablemente, esta sea la razón principal para que nos encontremos en el último lugar de la evaluación PISA, como se cita al inicio de este documento. En los países desarrollados, se otorga una mayor importancia a quienes se dedican a esta actividad, retribuyendo de manera razonable su trabajo, para que no se lamenten o deseen desarrollar actividades diferentes a la escogida, como ocurre en nuestro medio.


2.7 Expectativas de logro personal

Considero de la mayor importancia, hacer referencia a las posibilidades que se abren o pueden abrirse al alumnado una vez que egresa de las aulas escolares, las mismas que quienes procuraron dotarlos de la formación que han recibido, normalmente los padres, esperan que aproveche para que se convierta en parte positiva de la sociedad que lo recibe e, inicialmente, contribuya al bienestar familiar, de serles posible.


Hasta hoy, casi sin alteración desde muchos años a la fecha, los alumnos que egresan de las aulas escolares, consideran que el mejor camino para alcanzar una forma adecuada de vida es siguiendo estudios profesionales superiores; naturalmente, esto solo lo llegan a intentar aquellos que de alguna manera cuentan con recursos, por lo menos para el inicio de los estudios superiores correspondientes. De acuerdo a información proporcionada por el diario El Comercio en su sección Educación del día lunes 10 de febrero, anualmente egresan de las universidades y profesiones tradicionales unos 80,000 nuevos profesionales en todo el país, lo que por sí solo demuestra la importancia que da nuestra juventud al tradicional título universitario o profesional; sin embargo, de carreras técnicas o de mando medio solo egresan en el mismo período alrededor de 20,000.


Esta comparación, hace ver que se da mucha menor importancia a la obtención de títulos y diplomas de mando medio, sin ver que estos especialistas son los que más falta le hacen al país, lo que considero tiene origen en nuestra idiosincrasia, porque tendemos a creer que un título profesional o “cartón” nos va a abrir las puertas del desarrollo personal, hasta límites insospechados de buena situación, lo que luego de obtenerlo muchas veces se convierte en frustración por la excesiva competencia. Por otro lado, al egresar de las aulas universitarias, los nuevos profesionales siempre nos enfrentamos con una verdad que la formación superior no nos da a conocer del mundo real: salimos llenos de conocimientos, pero muy teóricos y desconocemos cómo cumplir nuestro cometido en el ejercicio práctico de nuestra profesión; por tanto, si contáramos con un técnico de mando medio a la mano, “quemaríamos” etapas en la ejecución de los trabajos y actividades laborales que se nos asignen o debamos afrontar, así como aprenderíamos mucho y muy rápido de la profesión que empezamos a ejercer. Paralelamente, está demostrado que los ingresos salariales de dichos técnicos de mando medio, pueden llegar a montos tan elevados como S/. 30000 actualmente.

En el Perú existe una muy alta oferta de capacitación profesional; es decir, de instrucción superior. La disposición dictada recientemente para prohibir la creación de universidades por espacio de cinco años, así lo demuestra. Paralelamente, los profesionales universitarios que recién egresan de las aulas, no siempre consiguen empleo; y, si lo hacen, los sueldos con los que el mercado empresarial les reconoce su esfuerzo para convertirse en profesionales, son de niveles tan bajos, que en muchos casos se aproximan al sueldo mínimo vital.

Por otro lado, no menos de una tercera parte de las micro y pequeñas empresas que se crean anualmente, dejan de existir como tales al cabo del primer año de su creación. A mi modo de ver, la principal razón para que así suceda, es la falta de preparación de que adolecen los emprendedores que se lanzan a crear estas empresas, sin haberse preparado debidamente para hacerlo.

2.8 Infraestructura

Si bien el país viene creciendo sostenidamente en el plano económico en las últimas dos décadas, no se puede decir lo mismo de la infraestructura educativa en la que, según publicaciones periodísticas del mes de marzo del año en curso, el déficit de infraestructura es de 56 mil millones de soles (equivalente al 10% del PBI); se necesitan 40 mil colegios nuevos y dotar de servicios de agua y/o desagüe al 40% de los colegios existentes.

Por otro lado, 5 de cada 10 escuelas primarias tienen acceso a internet en el área urbana a nivel país, mientras que en la rural solo lo pueden hacer 0.8 de cada 10. Además, se puede citar como ejemplo de la deficiente infraestructura educativa, que 13 colegios de las provincias de Manu y Tambopata de la Región Madre de Dios, tenían el 80% de su infraestructura dañada y, que las pérdidas en material y mobiliario educativo llegaban al 90% del total en dichos colegios, justo a punto de iniciarse el nuevo año escolar.


3. SUGERENCIAS DE CAMBIO

Hasta aquí, se ha tratado de analizar la situación que atraviesa actualmente la enseñanza a nivel escolar en el Perú, partiendo de criterios generales accesibles a todo ciudadano, sin requerir que para hacer dicho análisis se cuente con un conocimiento profundo del tema; por el contrario, tratando de mostrar cómo vemos los ciudadanos de a pie, comunes y corrientes, la calidad de la enseñanza que se imparte a nuestros hijos en las aulas escolares y lo que podemos esperar de ellos, a nivel familiar y del país en su conjunto. Sobre la base de dicho análisis, a continuación se presentan sugerencias de cambio en cada estamento analizado, para proponer una solución integral que solo procura establecer criterios generales sobre la enseñanza escolar.

3.1 Autoridades

Se debe descentralizar al máximo las atribuciones y responsabilidades del Ministerio de Educación, debiendo quedar este último en la condición de ente rector, cuya función sea única y exclusivamente la de dictar políticas, normas y procedimientos a seguir por las diversas reparticiones a cuyo cargo quede la aplicación directa del conjunto de disposiciones que emanen del Ministerio, una vez modificado en este aspecto, de la manera indicada. La descentralización sugerida debe partir de disminuir drásticamente y al mínimo indispensable las dependencias actuales, para reasignarlas, pero en número muy inferior, a los Gobiernos Regionales, como órganos de dirección y a los Gobiernos Locales, como órganos de línea.

Si bien resulta evidente que los planes, programas y proyectos del Minedu deben continuar el cronograma de acción que se haya trazado, también es notoria la necesidad de cambiar paulatinamente a las autoridades a cargo de las aplicaciones planteadas en el párrafo anterior, porque las actuales difícilmente podrán asimilar la necesidad de cambios que propicie un nuevo y mejor sistema educativo nacional. Sin embargo, dicho recambio necesario de autoridades se debe hacer, también, planificado, de modo que su realización no tenga efectos negativos ni contrarios; además, debe crearse un ente o modalidad de capacitación para quienes aspiren a ocupar cargos de mayor nivel dentro del sistema educativo: se impone “profesionalizar”, definitivamente, la enseñanza en el Perú, partiendo de sus autoridades.

Por consiguiente, el Minedu deberá crear una entidad cuya conformación siga lineamientos de “profesionalización” de los candidatos a ocupar cargos de autoridad en el ejercicio de sus actividades educativas.

3.2 Docentes

Evidentemente, dado que dentro del análisis de la situación actual para este rubro, se contemplan casos negativos y positivos de la formación profesional docente, así como de la aplicación de la misma, la sola aceptación de que los mismos son casos reales conlleva un punto de inicio para reestructurar la formación profesional docente, mejorando lo negativo con proyección a eliminarlo; y, ampliando hasta su generalización lo positivo, según corresponda, de modo que la mejora en la instrucción escolar se convierta en una realidad y no solo en postulados a cuál más rimbombante, pero sin trascendencia ni aplicación reales. Sin perjuicio que lo anterior representa una base cierta sobre la que apoyar las enmiendas aplicables al ejercicio de la docencia, a continuación se plantean algunas ideas adicionales para contribuir al mismo fin.

Es necesario revisar las currículas de las universidades e institutos superiores dedicados a la formación de profesionales docentes; principalmente, de manera que dicha formación sea para infundir en los futuros profesionales motivación y autoestima. Naturalmente, la revisión curricular anotada debe estar a cargo de un organismo de cuya solvencia, capacidad y ética para llevarla a cabo no dé lugar a discrepancias ni a poner en tela de juicio sus decisiones; corresponderá al Ministerio de Educación, consiguientemente, coordinar con la Asamblea Nacional de Rectores la creación y puesta en marcha del citado organismo, con carácter descentralizado, para que los docentes alcancen una formación idónea para el lugar o zona en donde hayan de impartir sus conocimientos, lo que representa una significativa complejidad, pero que puede muy bien ser coordinada con la participación de los Gobiernos Regionales y Locales.

Así como es válido propugnar una mejora salarial sustantiva para los docentes, en general, también es dable hacerlo en cuanto a la capacidad y calidad de quienes ejercen la docencia. Durante el período de gobierno anterior, se emitió la llamada Ley de la Carrera Pública Magisterial (ya mencionada en el numeral 2.2 anterior), más conocida en su época como de “Meritocracia”, que buscaba promover la capacitación y calificación de los docentes, lo que se llevaba a cabo mediante la aplicación de pruebas anuales de evaluación; lamentablemente, esto se ha descontinuado y reemplazado por la Ley de la Reforma Magisterial, promulgada durante el presente Gobierno. En realidad, no interesa el modo en que se denomine a una disposición que tenga por objeto determinar la idoneidad y adecuación del personal docente a las políticas y disposiciones a seguir en el ámbito magisterial mediante medios adecuados de evaluación, pero sí es importante determinarla, para garantizar la formación escolar de nuestros niños y adolescentes.


3.3 Educandos

Debemos, cambiar todo lo negativo anteriormente expuesto (numeral 2.3) respecto a la realidad que viven los escolares de los colegios del Estado, mediante la dación de disposiciones que permitan que esta situación de carácter ancestral se revierta: debemos impulsar la calidad del profesorado, proporcionándole, sobre todo, motivación para ejercer la docencia; los Presupuestos Generales de la República, deben contemplar, con tendencia creciente, la disponibilidad de recursos económicos que permitan dotar de infraestructura de buena calidad, así como equipamiento y bibliografía adecuados a los colegios estatales, para proporcionarlos de manera equitativa y controlada a todos los establecimientos en los se imparta instrucción escolar pública, mal llamados actualmente “colegios”, en muchos casos; debemos dotar de una especie de “postas escolares” a los ambientes y zonas geográficas cuyos locales de enseñanza sean “centros geográficos” de poblaciones muy amplias, de modo de disminuir significativamente el desplazamiento de los educandos a los mismos, así como fomentar el intercambio de trabajo mejor remunerado para los padres, por estudios escolares para sus hijos, lo que puede y debe ser promovido por los gobiernos locales, que deben ofrecer alguna modalidad de ingresos por trabajos comunitarios a los padres de familia a cambio de su autorización a sus hijos para que estudien y se desarrollen, lo que contribuirá al desarrollo de la localidad en particular y del país en su conjunto; debemos diseñar currículas escolares adecuadas a las necesidades de cada medio, de modo que los estudiantes satisfagan su necesidad natural de apreciar la forma en que aplicarán los conocimientos que adquieren con solo “mirar a su alrededor”, así como tenderán a aplicar sus conocimientos en la misma zona de la que son originarios, en beneficio directo de la misma.

3.4 Personal Administrativo

Sin perjuicio de que, es de entender que el personal administrativo debería tender a migrar en busca de nuevos horizontes laborales, por falta de línea de carrera en los colegios en que le toque desenvolverse, en la gran mayoría de casos esto no se cumple, quedándose paulatinamente en el centro de estudios hasta hacerlo en forma definitiva, lo que es atribuible a diferentes motivos que no es del caso analizar. Siendo este, también, un motivo de desmotivación a la larga, se debe evaluar la aplicación de estrategias motivadoras para el personal administrativo que compensen las desmotivaciones que los aquejen; una de ellas, forzosamente corresponde al aspecto salarial; más aún, si en este Ensayo se propugna la mejora económica del personal docente, la misma también debe alcanzar al administrativo. Esta estrategia no tendrá que ser la única; por el contrario, deberá evaluarse otras cuya finalidad última sea contribuir al mejor desenvolvimiento del colegio para con los alumnos.

3.5 Metodología de enseñanza

Será necesario cambiar la metodología, de memorística a participativa: todos los seres humanos tendemos a necesitar saber el porqué de lo que hacemos, especialmente en los primeros años de nuestras vidas; la aplicación de la metodología de enseñanza memorística no hace sino ir conteniendo, paulatinamente, ese afán natural, desde nuestros primeros años, porque controla, pasma, forzosamente la curiosidad natural con la que venimos al mundo. Es de suponer que, con una metodología participativa, se capten mejor los conocimientos que se imparten, así como que verdaderamente los mismos sean duraderos en nuestra memoria.

Una anécdota personal puede contribuir a graficar la idea: cuando cursaba el 6° grado de Primaria, mi profesor tenía el hábito de enseñar las diversas materias promoviendo concursos entre las tres filas de alumnos que nos ubicábamos en carpetas bipersonales dentro del aula; la fila cuyo exponente en el concurso de turno ganaba, tenía derecho a publicar una foto tamaño carnet de uno de sus integrantes que el profesor había recabado al inicio del año escolar, en un panel diseñado a este fin, que colgaba a la entrada del salón de clases. Fue tan motivador y entretenido para mí este sistema de captación de conocimientos, que ese año obtuve el único premio por aprovechamiento que alcancé en toda mi etapa escolar. (Dicho sea de paso que, al citar esta parte de mi vida, estoy haciendo un pequeño homenaje al que considero fue el mejor maestro que tuve durante mi etapa escolar, el Señor (con mayúscula, porque lo fue en toda la extensión de la palabra) Hermógenes Vega.

Con el correr de los años, las metodologías de enseñanza aplicadas han ido suprimiendo cursos complementarios que eran de gran valor formativo en los educandos, tales como: Educación Cívica (es evidente la falta de civismo de que adolecen las generaciones de un tiempo a esta parte); Educación Física (el alumnado no cultiva su desarrollo físico); Instrucción Pre-Militar (dejaron de impartirse conceptos tales como el amor a la patria y a los símbolos patrios; también, dejó de tener significado el concepto de estrategia militar y el manejo de armamento dentro de la ley); enseñanza de caligrafía (para mejorar la pésima de casi todos los educandos, como se dice en 2.5 anterior, en la época de sus vidas en que se les debe impartir) . Entendiendo que esto se debe a la estrechez de los horarios de clases disponibles para impartir tantos conocimientos, será necesario aplicar una de dos opciones para volverlos a introducir en la currícula: volver a los horarios más amplios de mañana y tarde (lo que parece inviable, por la insuficiente oferta de infraestructura escolar); o, ampliar los años de estudios (en su reciente visita a Lima el Premio Nóbel de Economía 2007, Paul Krugman, decía que el mayor problema del Perú es estar al fondo en educación, así como que estamos entre los países latinoamericanos que dedican menor tiempo, en años, a la enseñanza escolar; y que, para tener un crecimiento sostenido, se deberían ampliar los años en la formación de los estudiantes). Con la aplicación de esta medida, se solucionaría también la poco didáctica forma de enseñanza que trata de “meter” en las cabecitas infantiles de los primeros grados de Primaria, tantos conocimientos como se menciona en calidad de ejemplo en el numeral 2.5 anterior.

Hasta donde me es dado conocer, la currícula escolar es uniforme a lo largo y ancho del país. Este concepto se debe revisar con las autoridades regionales y locales, a fin de brindar conocimientos al alumnado que lo faculten a afrontar la problemática de la zona geográfica en que habita: hay cursos que habilitan al educando para aplicar directamente los conceptos que se vierten en ellos, mientras que hay otros que le muestran realidades tan lejanas que no se despierta en ellos ningún interés por su aplicación, como puede ser el caso de hablarles de metales preciosos como el oro, la plata, etc., cuando en su hábitat solo es posible extraer cobre, carbón o productos naturales, a pesar de que el alumno tenga acceso cercano a minas; peor, aún, si no lo tiene.

De la mano con lo anteriormente expuesto, viene la necesidad de volver a impartir educación industrial en los colegios: siendo la formación que se imparte actualmente a la población escolar en su conjunto, de corte netamente humanista, la misma queda inerme frente a la vida real, una vez que egresa de su centro de estudios secundarios; es decir, no tiene cómo defenderse ni ayudar a sus progenitores a satisfacer las necesidades del hogar cuando estas apremian, si es que quisieran hacerlo. Cuando existía la llamada Media Industrial, los alumnos que la seguían quedaban aptos para hacer sus primeros trabajos en especialidades netas de operarios, pero que los iban habilitando para encaminar sus vidas hacia la profesionalización de mando medio. Algo similar, ha ocurrido con la antiguamente llamada Media Comercial. En ambos casos, estas llamémosles “especialidades” deberían volver a impartirse: el Perú no es un país que pueda darse el lujo de negar opciones de formación a sus educandos.

Es un hecho del que todos somos testigos, que ya no existen los valores que espontáneamente surgían en otras épocas, desde ceder la vereda a personas mayores o el asiento a las damas en los vehículos de servicio público, hasta mostrar alguna preocupación por el prójimo. Esto, es necesario revertirlo: un pueblo sin valores, es un pueblo sin alma, sin espíritu solidario, sin preocupación por el otro. ¿Cómo hacerlo?, desde las aulas escolares. Nunca podrán aprenderlos personas prácticamente maduras que hayan egresado del colegio sin conocerlos. Entre sus nuevas políticas de enseñanza, el Ministerio de Educación debe considerar el dictado de cursos que cubran esta necesidad.

3.6 Retribución económica

Será necesario coordinar, con los Gobiernos Regionales y Locales mejoras remunerativas para quienes ejerzan la docencia, de manera que su estipendio deje de ser desmotivador para tales profesionales.


Se debe diseñar una política de desarrollo de la educación que incluya mejoras salariales progresivas para los docentes, cuya finalidad principal sea hacer verdaderamente atractivo, desde el punto de vista salarial, abrazar y ejercer esta profesión, especialmente para los escolares que destaquen como primeros alumnos en esa etapa: si aspiramos a llegar a ser un país desarrollado, no será vendiendo nuestras materias primas hasta que se agoten; sí, en cambio, haciendo de la educación el primer y principal motor para el desarrollo del país.


En países del Primer Mundo, donde en este caso el mejor ejemplo es Finlandia, el nivel de la educación escolar es muy elevado y, también, el sueldo de los docentes lo es, de modo que hasta llega a ser muy atractivo alcanzar el grado de docente. Sólo cuando quienes ejercen la profesión de educadores vean satisfechas sus necesidades materiales, serán capaces de dedicarse de lleno a su labor que, inicialmente fue de vocación, pero que actualmente la van perdiendo por falta de incentivos.

Creo que es válido mencionar aquí, que el Primer Ministro de China, Wen Jiabao, dentro de sus Diez Principales Recomendaciones a Países Emergentes, circulando actualmente por correo electrónico, ofrece la siguiente: Un país que quiere crecer, debe producir los mejores profesionales del mundo y esto solo es posible si el Estado invierte por lo menos cinco veces más de lo que se hace ahora en educación; de lo contrario, el país se quedará estancado y no formará el talento que tiene y que podrían ser grandes profesionales.


Si no se capacita de verdad a nuestro recurso humano, este perderá la competividad en el mercado de trabajo por falta de preparación. Con el tiempo, será normal la importación de mano de obra calificada, cuando los países empiecen a crecer más aceleradamente.


3.7 Expectativas de logro personal

Los educandos, especialmente los de los últimos años de secundaria, disponen de horizontes muy cerrados respecto a la forma de vida que llevarán al salir de sus colegios; sobre todo si debemos tener el propósito de que se capaciten para enfrentarla.

Se debe orientar la formación escolar a que los educandos opten por especialidades de mando medio o, que estén en condiciones de formar una pequeña o micro empresa al egresar de las aulas escolares, lo que les evitará frustraciones por no estar en capacidad material o de conocimientos para tentar un cupo en alguna universidad o instituto superior.

Se debe ampliar la oferta de entidades educativas que proporcionen títulos profesionales de mando medio, entidades que no sean necesariamente de carácter privado, sino también público, mediante la dación de disposiciones que motiven y faciliten su creación. Además, se debe ampliar las posibilidades de formación a futuro, por ejemplo, con la reinstitucionalización de la secundaria industrial y de la secundaria comercial.

Se debe crear, un programa de estudios para escolares recién egresados o por egresar de educación secundaria, que tengan el deseo de emprender, desde tan temprana edad, la aventura de crear sus propias empresas, que les permitan acceder, con posibilidades de éxito, al mercado nacional e internacional, de modo que sean independientes y autosuficientes desde su salida de las aulas escolares, así como, a la vez, se conviertan en motores del desarrollo del país: actualmente, por lo menos el 90% de las empresas existentes en el país está conformado por pequeñas y microempresas.


Creo que en los colegios se deberían establecer políticas de divulgación de otros campos de acción para los educandos, una vez que egresen de ellos y los docentes escolares deberían dar a conocer a sus alumnos que existen estas alternativas, de modo que dichos alumnos puedan tomar mejores decisiones acerca de las posibilidades que tienen para afrontar la vida, una vez que salgan a ella desde las aulas escolares.

3.8 Infraestructura

La información consignada anteriormente (numeral 2.8) sobre el déficit de infraestructura de que adolece nuestro país, es verdaderamente alarmante, por lo que será necesario que, también, en los siguientes ejercicios presupuestales se incluyan partidas cuyo objetivo sea revertir dichas cifras, de modo que, en ese aspecto, la educación escolar deje de ser una proyección al fracaso y al subdesarrollo en nuestro país.

Paralelamente y tomándolo como un desafío (probablemente, materia de concurso), es necesario diseñar la construcción económica de módulos escolares, que aprovechen las características de los materiales propios de la zona en la que se deberían construir más colegios; incluso, estos diseños deben ser compatibles con la conveniencia de instalar “postas educativas” (a las que me he referido en 3.3)

En entrevista efectuada en Radio Programas del Perú al señor Enrique Ghersi el día 20 de marzo último, como uno de los promotores del evento III Conferencia de la Fundación Internacional para la Libertad “América Latina: Oportunidades y Desafíos”, declaró que durante los próximos 20 años la Educación será motivo principal de preocupación en el Perú. Definitivamente, la infraestructura educativa a nivel escolar debería ser uno de los componentes principales de tal motivo de preocupación.

Durante el gobierno de Alberto Fujimori, hacia los últimos años del mismo, el propio Presidente de la República lideró un plan masivo de construcción de locales escolares que se hacía público mediante la inauguración de un colegio por día. Si bien este fue un buen propósito, en la práctica se demostró que no había habido una buena supervisión, porque en fechas posteriores pero muy próximas a la inauguración de los citados colegios, fueron presentándose muchas deficiencias en los mismos, generalmente debidas a las características, muy pobres, de los materiales de construcción empleados. De aplicarse un nuevo programa masivo de construcción de centros de estudios, será necesario tomar en cuenta esa experiencia para garantizar la calidad de las obras que se contraten, acudiendo, por ejemplo, a entidades como el Colegio de Ingenieros del Perú, Capeco, etc., para que pongan a disposición de este objetivo a profesionales que designen dichas entidades, pero que ellas compartan la responsabilidad de la supervisión con sus ingenieros por ellas designados.




4. CONCLUSIONES

Los conceptos aquí vertidos, demuestran la urgente necesidad de desarrollar y aplicar un programa completo de reformas y mejoras del sistema educativo escolar en el Perú, empezando por su entidad principal, el Ministerio de Educación. Este programa, debe abarcar tantos aspectos como necesidades deban ser atendidas, de las cuales he pretendido señalar las más importantes.


Naturalmente que siempre se requerirá contar con el apoyo y colaboración de las Asociaciones de Padres de Familia (APAFAs) de cada colegio, cuyo rol no he incluido en el Ensayo por no depender del Estado, en ningún caso, así como porque el apoyo y colaboración que hayan de brindar se coordinará, como se hace actualmente, con cada entidad educativa. Sin embargo, será imprescindible contar con ellas, como ente receptor de las mejoras que se pretende alcanzar en el sistema educativo escolar en su condición y calidad de padres de familia (por lo tanto, representantes legales y autorizados de sus hijos menores de edad para este fin), manteniéndolas informadas de los pasos que se den para aplicar dichas mejoras.




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