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Foto del escritorAlfonso Abad Porras

COMPETIDOR INESPERADO

El Circuito Latinoamericano de Trail (CLT) está conformado por cuatro organizaciones de carreras de trail, de México, Costa Rica, Panamá y Perú. El fin es promocionar y potenciar este tipo de eventos en la región, intercambiando corredores entre estos países, en un campeonato atractivo que los invite a viajar y conocer nuevos destinos. Abarca México (Cerro Rojo Ultra Trail), Costa Rica (Ultra Poás Skychallenge), Panamá (Ultra Trail Panamá) y Perú (Andes Race).


Andes Race se realizará como todos los años, el último fin de semana de agosto. Este año es la sétima edición y se realizará el 25 y 26 de dicho mes. Las distancias se mantienen y en el Perú se efectuará la cuarta fecha del Circuito Latinoamericano de Trail 2023.


En pocas palabras, el trail running es correr en la naturaleza; esto es, simplemente, correr por senderos, en un entorno natural como lo son las montañas, el desierto o la selva. Sin embargo, no significa literalmente correr en la naturaleza, sino también superar los obstáculos que esta presenta en el camino. Posiblemente, esta es su gran diferencia con otras competencias hasta cierto punto similares y lo que la hace mucho más entretenida. La referencia a obstáculos, corresponde al tipo de suelo, que puede ser duro, resbaladizo, con rocas y también suave, en el caso del desierto. Otro reto importante a la hora de practicar este deporte son las subidas y las bajadas que están siempre presentes.


Los entendidos aconsejan a quienes desean practicar trail running, tomar en cuenta que se trata de un deporte totalmente diferente al running de pista; como tal, supone contar con una indumentaria y accesorios adecuados para su práctica, a saber:


Zapatillas. El consejo más importante para practicar el trail running es utilizar las zapatillas adecuadas. Es necesario que cuenten cuya suela posea mucho más agarre, para facilitar la tracción en las subidas y para poder frenar y no correr riesgo de resbalarse en las bajadas. Existen tantos tipos de zapatillas como tipos de terreno; por consiguiente, es recomendable investigar sobre el tipo de terreno donde se empezará a entrenar, para decidir la zapatilla a escoger.


Hidratación. Al realizar un deporte al aire libre en la naturaleza, donde probablemente no se pueda encontrar una tienda fácilmente, es necesario contar con un sistema de hidratación para poder portar agua o rehidratantes. El tipo de sistema dependerá de la cantidad de horas que se planea estar fuera corriendo; pueden ser desde cinturones con botellas, hasta chaleco de carrera o mochilas para llevar más cantidad de líquido.


Abrigo. En la naturaleza, el clima puede ser impredecible; se puede pasar, de un momento a otro, de un día soleado a uno ventoso o lluvioso. Por lo tanto, es conveniente prevenir los escenarios, dependiendo de dónde se va a practicar el deporte. No está demás, ver el pronóstico del tiempo o consultar con gente que ya conozca la zona.


Lentes de sol y bloqueador solar. Es muy importante considerar el sol y la radiación solar. El sol puede ser muy molesto, dependiendo de la hora del día, por lo que los lentes de sol pueden servir como protección contra el polvo que muchas veces hay en el camino o, ramas que a veces no se perciben a tiempo por distracción y que pueden lastimar. Otro factor a considerar es que muchas veces al hacer trail, se gana altura al subir los cerros; esto, significa que mientras más altitud se gane, más será la exposición a la radiación solar, por lo que es aconsejable utilizar un bloqueador solar.


Hasta aquí, he querido dar una idea de las características del evento Andes Race, para tratar de demostrar con los argumentos anteriores, que el evento Andes Race no es una competencia común y corriente; a esto, quizás debo añadir que tengo una versión, según la cual, es una carrera que se debe efectuar en parte en bicicleta, en alguna zona de la Cordillera de los Andes y es de las más peligrosas del mundo.


El domingo 18 de junio, el diario El Comercio publicó un artículo dedicado a un joven autista, Juan Retes Herrera quien, con ayuda de su madre y de un entrenador, se está preparando para participar en esta competencia, la que será en este caso consigo mismo, porque se trata del reto que se ha impuesto de completar la carrera.


El autismo de Juan, de condición moderado a medio, tiene una característica atípica: su organismo posee una notable destreza física; esto es, su cuerpo está preparado para la exigencia. Y, para él, todo disfrute consiste en caminar o correr, para lo que dispone de su camiseta tipo “runner”, sus zapatillas y sus “tomatodo”; también gusta mucho de manejar bicicleta. Para estas actividades, cuenta con el apoyo incondicional de su madre, Ursula Herrera y de su entrenador, Pedro Silva.


Es hiperactivo, lo que ha podido canalizar su señora madre hacia las caminatas -según el artículo periodístico, camina con facilidad y sin manifestar cansancio cuatro o cinco kilómetros-. Cada mañana Juan, quien no puede hablar, señala sus zapatillas, dando a entender que quiere salir a caminar, correr o montar bicicleta; cuando escucha la palabra “paseo” o “carro”, comprende que se cumple su deseo y manifiesta su emoción, porque sabe que está empezando a cumplirse su deseo.


La madre lo acompaña en su periplo de 17 a 20 kilómetros a pie, el que hace sin problemas, pero le va otorgando pequeños premios, como comiditas, frutas, agua, el celular y cosas así. Ella ha aprendido a explotar la energía de Juan para su propio bienestar, dosificándola con pequeños premios contra los logros que él va alcanzando. En todo caso, algo que Juan no tolera, es retroceder: su objetivo, es ir siempre hacia adelante.


Juan se está preparando para participar en el Andes Race, luego de haberlo hecho en algunas carreras en el Pentagonito de Surco, haber estado en el Cusco sin acusar problemas por la altura de la ciudad y llevar hasta la fecha un entrenamiento específico aproximado de tres meses, a lo que se agregará en los próximos días, un viaje a Churín para una nueva etapa de entrenamiento, para concluir el mismo en Marcahuasi, con adaptación a la altura. Para inscribirlo en este trail running, la señora Ursula y el entrenador Pedro Silva han debido presentar las pruebas médicas practicadas a Juan, que lo acreditan apto para participar en el mismo.


Esta, es la historia de un chico de tan sólo 20 años de edad que, bien guiado por su señora madre y contando con el apoyo de un entrenador constante, se dispone a emprender el reto hasta ahora mayor de su vida: ser el primer atleta aficionado autista que complete esa prueba.


Es posible, que Juan Retes Herrera ignore la magnitud de lo que está por intentar y, lo logre o no -yo, no sólo espero que así sea, sino que hago votos por ello- creo que se merece todo el crédito al esfuerzo y tesón desplegados. Pero, no sólo él, su madre ya se ha ganado un monumento en el corazón de Juan y muchas personas, entre las que me quiero contar, contribuyen a cimentarlo; sea lo que sea que alcance a lograr Juan, se lo deberá a su señora madre, Ursula Herrera, que gracias a no sabemos qué sacrificios, ha logrado que su hijo -llamado a ser un marginado social por la deformación posiblemente de nacimiento que padece- encuentre un verdadero interés para su vida. A este reconocimiento, no se puede dejar de lado, para su etapa como deportista, al entrenador que lo viene acompañando, no sé si últimamente o desde siempre, el señor Pedro Silva.


El próximo 26 de agosto nos enteraremos de cuál fue el logro de Juan en el evento Andes Race.




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