En el Perú existe un movimiento social denominado Capitalismo Consciente Perú, integrado por empresas y entidades que existen o se constituyeron para trabajar y/o explotar áreas de negocio determinadas, con fines de lucro. Esta consecuencia de la inquietud por el devenir nacional y sus manifestaciones sociales de quienes la constituyeron, se formó para, según se puede leer en su página web, “Articular un movimiento de líderes empresariales que promuevan un auténtico compromiso de ayudar a crear un mejor país para todos, poniendo en práctica -desde la empresa- los cuatro principios básicos de la filosofía Capitalismo Consciente:
1) Propósito elevado
2) Orientación integral hacia todos los Stakeholders (empleados, clientes, proveedores, directivos, accionistas, medio ambiente y comunidades en las que opera)
3) Liderazgo consciente
4) Cultura empresarial consciente”
Cada uno de los miembros del movimiento Capitalismo Consciente Perú han asumido el compromiso de hacer realidad su propósito, porque creen en el potencial de la empresa privada de elevar al ser humano y su ecosistema, generándoles impactos positivos sostenibles al ponerlos en el centro mismo de sus modelos de negocios y estrategias empresariales, observando principios de integridad y transparencia; construyendo así relaciones de confianza con sus stakeholders, reconociendo su interrelación e interdependencia con todos ellos.
"El desarrollo de una nación no depende solo del crecimiento económico, depende fundamentalmente de sus instituciones y de su democracia. Los empresarios, particularmente los CEOs, tenemos la oportunidad de incrementar nuestro impacto positivo en la sociedad si nos involucramos en los temas que atañen al bien común. Al hacerlo no sólo mejoraremos la confianza en nuestras marcas, sino que estaremos contribuyendo al desarrollo sostenible del país", manifiesta Jorge Medina Méndez, presidente del movimiento Capitalismo Consciente Perú. Integran este movimiento, las siguientes entidades:
Consejo de la Prensa Peruana Instituto Prensa y Sociedad IPYS CONFIEP Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía - SNMPE Sociedad Nacional de Industrias Sociedad Nacional de Pesquería ASBANC - Asociación de Bancos del Perú APESEG - Asociación Peruana de Empresas de Seguros Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional - AFIN Asociación de AFP Bolsa de Valores de Lima CAPECO Perú CANATUR PERU PERUCÁMARAS Asociación de Exportadores ADEX Sociedad de Comercio Exterior del Perú - ComexPerú Cámara de Comercio de Lima WomenCEOPeru Owit Perú AEF Perú - Asociación de Empresas Familiares del Perú L+1: Líderes Impulsando un Desarrollo Sostenible Perú Sostenible Es Hoy Kunan - Plataforma de Emprendimiento Social Peruana IPAE Transparencia Perú Proética - Capítulo Peruano de Transparencia Internacional Consejo Privado Anticorrupción-CPA Empresarios por la Integridad Empresarios por la Educación FIPES | Federación de instituciones privadas de educación superior ASUP - Asociación de Universidades del Perú Asociación Nacional de Universidades Públicas del Perú Banco Interamericano de Desarrollo CAF -banco de desarrollo de América Latina- IFC - International Finance Corporation International IDEA.
Entre los conceptos que constituyen la filosofía de este movimiento, se puede mencionar los siguientes:
“No solo es importante que una empresa y sus trabajadores sepan quiénes son y cuál es su rol en la sociedad, también es fundamental saber cómo se van a hacer las cosas: siempre con ética e integridad”.
“Si yo tengo una política de pago a 100 días a una microempresa que es mi proveedora, ¿puedo considerar que eso es ético, sabiendo que las empresas pequeñas casi no tienen la capacidad para negociar condiciones?”.
"Lograr encaminar al Perú, requiere de líderes conscientes que no teman levantar la voz para señalar aquello que es equivocado y que defiendan sus principios, esos que son no negociables".
El movimiento Capitalismo Consciente Perú resumió en los siguientes diez temas las reflexiones de 250 líderes de diversos sectores de nuestra sociedad (empresarial, académico, medios y sociedad civil) que participaron en 22 mesas redondas llevadas a cabo en forma virtual entre marzo y setiembre de 2022. En ellas, se buscó responder la siguiente pregunta: “¿Cómo los CEOs y empresarios -en tanto ciudadanos- pueden ayudar a mejorar la democracia en el Perú?”. He aquí la relación de dichos temas, así como el significado que dieron a cada uno de ellos.
1. Participar activamente en la discusión nacional
Los líderes empresariales deben involucrarse en la discusión de los principales problemas sociales, económicos y políticos que aquejan al país y crear espacios de diálogo que aporten propuestas y vías de solución. Hay diferentes formas de hacerlo: financiar “think tanks” creados para este propósito, involucrarse en temas de políticas públicas, entre otras acciones.
2. Construir alianzas
Los líderes empresariales deberían construir alianzas con los sectores de la academia, tales como universidades, colegios profesionales y demás organizaciones, para generar espacios de discusión con el objetivo de construir desde las diferencias, para generar civismo y alentar el pensamiento crítico. Es fundamental propiciar el diálogo, con empatía.
3. Revisar paradigmas que no han contribuido a fortalecer la democracia
Es imprescindible que los líderes empresariales cuestionen paradigmas como “los empresarios no participamos en política”; o, “no debemos ir más allá de invertir, generar empleo y pagar impuestos”. Se debe reconocer que el modelo peruano -habiendo originado beneficios importantes al país- consistió fundamentalmente en crecimiento económico, mas no en desarrollo social. Y, siendo que los líderes son ciudadanos antes que empresarios, es necesario que repiensen su evidente ausencia de los temas que tienen que ver con el bien común.
4. Apoyar estudios e investigaciones y combatir la desinformación
El apoyo empresarial es clave para proyectos de investigación que produzcan información valiosa que coadyuve al desarrollo de las mejores políticas públicas. De este modo, se elevará el nivel de la discusión sobre los problemas nacionales, se realizará una vigilancia democrática a las autoridades, se combatirán las “fake news” y se reducirán el enfrentamiento y la polarización.
5. Volver la mirada hacia la educación
En un país con altos niveles de desigualdad, la educación genera una base homogénea para todos. El sector privado tiene la obligación de estar vigilante, apostar e invertir en proyectos de educación y desarrollo de competencias locales que contribuyan a la reducción de brechas.
6. Promover un mejor sistema político
La democracia implica la limitación del poder, el respeto por el Estado de Derecho y el ejercicio responsable de la ciudadanía. No existe una real democracia si no hay partidos políticos que funcionen como correas de transmisión de los intereses de los ciudadanos. Necesitamos volver nuestra mirada a la política y ocuparnos, buscando generar incentivos para que personas con principios y valores -y no intereses personales- entren a hacer política, teniendo el desarrollo del país como principal objetivo. La economía y la política no corren por cuerdas separadas.
7. Fomentar la mejora de la gestión pública y la reforma del Estado
Los líderes no pueden ser indiferentes ante la inoperancia estatal. Se necesita contribuir a la mejora de la gestión pública y promover una reforma del Estado. Sólo así se podrá generar mayor crecimiento económico y erradicar la corrupción.
8. Trabajar con transparencia
El sector privado debe comprometerse a erradicar la corrupción y actuar de manera ética. Los CEO y los directores de las empresas deben impulsar una cultura corporativa de transparencia comprometida con el “compliance” en todos sus niveles. Se debe exigir que el uso de los recursos públicos se maneje de forma transparente y que las autoridades rindan cuentas de sus actos.
9. Contribuir al fortalecimiento de las instituciones
Si bien las empresas del sector privado no pueden reemplazar al Estado, sí pueden contribuir a desarrollar capacidades y fortalecer instituciones. Se necesita participar en espacios de diálogo en la sociedad civil, en los cuales la capacidad de gestión del sector privado pueda ser trasladada.
10. Luchar por la formalidad
Resulta necesario que el sector privado plantee reformas concretas para reducir los costos de ingreso a la formalidad, simplificando el acceso y haciéndola inclusiva. Sólo así se logrará mejorar la competitividad y productividad del país.
Conforme a los acuerdos puestos de manifiesto en los temas y definiciones de los mismos que me he permitido copiar, resulta evidente la preocupación que motiva a los integrantes del movimiento que los congrega. Sin embargo, no es fácil creer en que desarrollarán actividades consecuentes a los principios que manifiestan: en nuestro país, como sus propias declaraciones indican, el quehacer empresarial se ha caracterizado, siempre, por buscar la utilidad sin que ello paralelamente implique preocuparse en cómo la(s) actividad(es) que desarrollan influyan en las de los demás, si es que lo hacen.
No es, pues, de esperar que unos temas o principios escritos en un papel que “lo aguanta todo” puedan implicar un cambio radical de actitud. Sin embargo, se puede reconocer que es meritorio que lo hayan hecho -probablemente por primera vez a ese nivel- y cabe otorgarles el beneficio de la duda.
Es obvio que, si la mentalidad empresarial empezara a cambiar de la forma que se sugiere en esos conceptos, el Perú y los peruanos seríamos los beneficiados y, entonces sí, podríamos y deberíamos pensar y fijarnos la meta de integrarnos al Primer Mundo.
¡Qué bueno sería!
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